Estatua de un peregrino mirándose el pie

Estatua de un peregrino mirándose el pieWikiloc

Esto es lo que no debe faltar en tu botiquín si vas a hacer el Camino de Santiago

Es una experiencia única por lo que no dejes que las molestias propias de la caminata la conviertan en una pesadilla

El Camino de Santiago cada vez más se plantea como opción para pasar las vacaciones. Se trata de un conjunto de rutas que parten de diferentes lugares y una misma meta: Santiago de Compostela.

Estas rutas están divididas en etapas de 20 a 30 kilómetros para ser recorridas, y así se recomienda, a primera hora de la mañana para llegar a destino al mediodía, y evitar así las horas fuertes de sol o descansar para la siguiente etapa.

Dependiendo del tiempo del que se disponga el Camino se puede recorrer completo, pero también existe la posibilidad de hacerlo eligiendo un punto intermedio como el de partida. Y el número de etapas que se camine estarán en función, no sólo de los días de los que se disponga, sino también de la capacidad física de cada uno.

Antes de embarcarse en esta experiencia, la preparación física en los meses previos es esencial. Además, es fundamental que el calzado que use en la peregrinación ya esté bien amoldado a tus pies; estrenar botas al inicio de la aventura puede causar incomodidades que se pueden evitar.

Aún así, preparar un botiquín adecuado es fundamental para afrontar cualquier problema de salud que pueda surgir durante el trayecto. Éste debe incluir una variedad de medicamentos y materiales sanitarios que permitan aliviar desde pequeñas molestias hasta emergencias más serias. La clave está en la planificación y en llevar solo lo esencial, asegurándose de que el botiquín sea tan completo como ligero. De esta manera, se podrá disfrutar del Camino de Santiago con mayor tranquilidad y seguridad.

Los imprescindibles del botiquín

Es muy probable que las ampollas se conviertan en un fiel compañero durante todo el Camino. Por eso, para cuidar las molestias propias de las largas caminatas, un botiquín completo debería incluir diferentes remedios que hagan la peregrinación más llevadera.

En primer lugar, los analgésicos son indispensables para aliviar los dolores musculares causados por la caminata y y el peso de la mochila, así como los dolores de cabeza u otras molestias que puedan aparecer y afectar a esta experiencia única.

También es crucial llevar tiritas para tratar las ampollas y llagas que puedan aparecer, además de agujas para pincharlas y extraer el líquido si es necesario, aunque esto no se recomienda debido al riesgo de infección.

En estos casos, lo más importante es mantener la ampolla limpia. Después de lavarla bien con agua y jabón, es fundamental cubrirla con una venda adhesiva, una gasa estéril o un apósito; productos que también deberían estar en el botiquín ya que mantienen el área limpia y evitan el roce que la causó. Y para asegurar estos apósitos, hay que incluir vendas y esparadrapo en el botiquín.

Asimismo, una crema analgésica será útil para aliviar el dolor muscular y articular y un antiséptico o desinfectante para tratar las posibles heridas.

También es necesario incluir en la mochila otros elementos que ayudarán a evitar el uso del botiquín y prevenir problemas. La crema de protección solar es fundamental, especialmente en verano, debido a las largas horas al aire libre. Una barra de cacao labial y vaselina para prevenir rozaduras, también es importante además de crema hidratante para pies y cuerpo, que funcionará como bálsamo al final de cada etapa.

Planificar bien el viaje y las etapas a realizar permitirá predecir qué necesitarás y saber a dónde acudir en caso de necesitar algo.

El botiquín debe ser compacto y ligero, ya que cada gramo cuenta cuando se trata de largas caminatas. Utilizar bolsitas plásticas para organizar el material sanitario y los medicamentos es fundamental para ahorrar espacio. Y una vez organizado todo esto, ya se está preparado para iniciar una aventura que se convertirá en una experiencia única.

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