Estos son algunos de los platos gallegos menos valorados por el resto del mundo

Estos son algunos de los platos gallegos menos valorados por el resto del mundoTurismo de Galicia

Estos son los platos típicos de Galicia peor valorados en el resto del mundo

El portal de platos típicos internacionales 'TasteAtlas' publica las comidas de España peor valoradas, entre ellas se encuentran cinco gallegos

Galicia, una región reconocida por su rica y variada gastronomía, se ha consolidado como un destino culinario de referencia gracias a la calidad de sus productos tanto de la tierra como del mar. Sin embargo, a pesar de su prestigio local, ciertos platos gallegos no gozan del mismo reconocimiento internacional.

Según TasteAtlas, cinco platos típicos de Galicia están entre los menos apreciados fuera de España. Sin embargo, son platos que forman parte integral de la tradición culinaria gallega. Cada uno de ellos refleja la historia, los productos y las costumbres de Galicia, y forman parte de la identidad gastronómica de la región.

Platos ricos pero poco deseados

En el puesto número 13 de los platos españoles menos valorados, con una puntuación de 3 estrellas sobre 5, se encuentran los mejillones a la vinagreta. Un plato que se elabora con mejillones locales, vinagre de vino tinto, aceite de oliva, pimientos verdes y rojos, cebolla y sal.

Es un plato muy sencillo de elaborar puesto no hay más que cocer al vapor los mejillones hasta que se abran sus conchas, se escurren y se enfrían. Lo mejor es cocerlos en la propia agua del mar. La vinagreta se prepara batiendo el aceite de oliva con el vinagre y la sal, y luego se mezcla con la cebolla y los pimientos picados.

El portal de platos típicos internacionales recomienda «refrigerar el plato media hora antes de consumirlo, acompañado de una cerveza fría».

Mejillones a la vinagreta

Mejillones a la vinagretaShuetterstock

Aunque estos mejillones son muy populares en Galicia y valorados por sus beneficios nutricionales, como ser ricos en proteínas y vitaminas, su sabor fuerte y la combinación de ingredientes puede no ser del agrado de todos los paladares internacionales.

Otro plato emblemático de la cocina gallega es el lacón con grelos, que ocupa el puesto 25 en la lista con una valoración de 3.5 estrellas. Este plato, celebrado en diversas festividades gastronómicas gallegas, combina dos ingredientes principales: el lacón, que es una parte del cerdo, y los grelos, que son las hojas de nabo. Aunque es tradicionalmente un plato de invierno, también se consume en otras estaciones del año y se suele acompañar de patatas y chorizo.

En el puesto 53 encontramos los cachelos, una preparación sencilla de patatas cocidas con su piel, que suelen servirse en primavera y verano cuando su piel es más fina. Las patatas, a menudo de la variedad Kennebec, se cuecen en agua con sal y hojas de laurel. Se deben servir con un chorrito de aceite de oliva, sal y pimentón, y acompañan, a menudo, carnes, pescado y al pulpo.

Los cachelos son muy apreciados en Galicia por su sabor y versatilidad, y aquí normalmente se sirven con la piel y es el comensal quien se la quita antes de comerlos.

La merluza a la gallega se encuentra en el puesto 54. Este plato tradicional se prepara con merluza, ajo, patatas, pimentón, hojas de laurel, cebolla, aceite de oliva, sal y pimienta. Los ingredientes se cuecen juntos, y luego se rocía con una mezcla de ajo y pimentón rehogados en aceite de oliva.

La merluza es un pescado muy valorado en Galicia, pero la preparación sencilla y la combinación de sabores pueden no destacar entre las opciones más exóticas y elaboradas que prefieren en otros países.

Finalmente, el caldo gallego ocupa el puesto 63. Este abundante y nutritivo plato, ideal para los meses fríos, varía en ingredientes de una casa a otra, pero típicamente incluye berza, repollo, nabos, patatas, judías blancas, manteca de cerdo, chorizo, tocino y jamón.

Su origen humilde se asocia con los agricultores que lo preparaban con productos locales y lo servían en cuencos de barro tradicionales llamados cuncas.

El caldo gallego es apreciado por su sabor reconfortante. Suele saber mejor al día siguiente de haberlo preparado, es un plato de cuchara muy contundente que puede resultar poco atractivo para aquellos que prefieren sopas más ligeras.

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