La okupa de un piso de La Coruña pide 10.000 € a la propietaria para marcharse y «pagar la fianza de otra casa»
Después de casi cinco años, la situación es insostenible. Aún así, la propietaria se niega a pagar por recuperar lo que es suyo
La okupación en España es una de las principales preocupaciones de los propietarios a la hora de alquilar su piso. La indefensión jurídica respecto a esta situación hace que muchos dueños de viviendas prefieran tener cerrada su casa a entregarla a inquilinos que puedan convertirse, como en este caso, en okupas.
La situación se agrava si el conflicto se alarga durante los años. Es el caso de un piso de La Coruña que lleva okupado cinco años por una mujer de origen marroquí. La inquilina dejó de pagar la renta hace ya casi cinco años. La dueña, desesperada, continúa luchando por recuperar lo que es suyo. Ahora, la okupa le pide 10.000 euros por entregarle las llaves de su casa. «Me piden una fianza de casi 10.000 euros y estoy discapacitada para trabajar», relató a una persona cercana a la dueña la okupa que asegura que ese dinero se invertirá en pagar la fianza de otra casa porque el dueño de ese inmueble «no se fía».
El desorbitado acuerdo al que pretende llegar supondría que la dueña de la casa, que no ha podido hacer uso de su inmueble durante los últimos cinco años tenga, además, que desembolsar 10.000 euros para recuperar sus llaves. La propietaria se niega a pagar ese dinero y continúa con su lucha judicial.
Embargo de la pensión
La historia de esta okupación no acaba aquí. Hace unos días, El Debate publicaba el embargo de parte de la pensión de la propietaria del piso.
«Es muy triste porque yo nunca le he debido dinero a nadie. Nunca he tenido deudas y ahora me embargan lo que es mío», lamentaba Pilar en conversión con este medio. Aunque la propietaria tiene la casa alquilada a una mujer que no paga la cuota desde hace casi cinco años, la factura del agua le seguía llegando a ella. «Hay una deuda de casi mil euros que me negué a seguir pagando», asegura la víctima. «Cuando me llegó el embargo me derrumbé», afirma.
Sin solución a la vista
La situación no tiene fácil solución. Los procesos judiciales son lentos y garantistas y la propietaria está desesperada. Por ello, Pilar también es fundadora de una asociación que da visibilidad a este tipo de hechos. Bajo el nombre de APROVIJ (Asociación de propietarios de viviendas contra la inseguridad jurídica), quince afectados se han reunido para intentar dar una mayor visibilidad a una problemática real. «Queremos alzar la voz contra el abuso constante al que nos somete el Real Decreto 11/2020, un decreto que ha convertido a muchos de nosotros, los propietarios, en víctimas de una indefensión jurídica si precedentes», puede leerse en su página web de reciente construcción. «Se ha creado un escenario de vulnerabilidad para todos aquellos que han trabajado arduamente para construir su hogar y su seguridad», añaden.
«No podemos ser el escudo social de los que no quieren trabajar o de los que trabajen pero quieren estar en nuestras viviendas gratis», se quejan.
La versión de la okupa
La mujer que actualmente vive en la casa de La Coruña sin pagar el alquiler asegura que no paga por varios motivos. El primero es que, según su versión, la propietaria le dijo que no quería que lo hiciese. «Ella misma me lo dijo que no quería que la pagase», afirma en conversación con El Debate. La razón es que la propietaria quería que abandonase la vivienda, algo que la inquilina no está dispuesta hacer porque «no cuenta con otro sitio donde irse».
Además, asegura que no paga porque se encuentra enferma y no puede trabajar desde el año 2020, momento en el que, subraya, se le renovó el contrato de alquiler.
Por otro lado, la okupa afirma que ella nunca pidió dinero y que fue una empresa de desocupación la que le ofreció una cantidad para abandonar la casa. Este periódico cuenta con pruebas que confirman que esta persona le ofreció, efectivamente, una cantidad (que la dueña asegura no haber aprobado) y la inquilina pidió que se doblase, hasta los 10.000 euros.