Esta es la muralla romana mejor conservada del mundo

Esta es la muralla romana mejor conservada del mundoTurismo de Galicia

La muralla romana mejor conservada del mundo está en Galicia

Cada año atrae a miles de visitantes fascinados por su historia y su monumental arquitectura

En un rincón discreto del noroeste de España, se alza una de las obras más impresionantes de la ingeniería romana, un monumento que ha desafiado al paso del tiempo y que sigue integrándose con la vida urbana.

Esta estructura no solo es un vestigio del pasado, sino el testigo que nos recuerda el poder y la grandeza de Roma. National Geographic la ha destacado como «la muralla romana mejor conservada del mundo», razón por la que cada año atrae a miles de visitantes fascinados por su historia y su monumental arquitectura.

Una muralla que respira historia

Situada en la ciudad de Lugo, la muralla rodea el casco antiguo a modo de escudo eterno. Esta muralla sigue permaneciendo casi inalterado durante más de 2.000 años, desafiando no solo las inclemencias del tiempo, sino también las transformaciones urbanas y sociales de la ciudad a la que protege.

Desde su construcción, ha servido de testigo a múltiples generaciones, mientras que su presencia ha sido una constante en la vida de los lugueses.

La muralla, de más de dos kilómetros de perímetro y con una altura que alcanza los 12 metros en sus puntos más altos, fue construida no solo para la defensa de la ciudad, sino también, según cuentan las leyendas, para proteger un bosque sagrado del que hoy no queda rastro. Estas historias, parte del imaginario local, contribuyen a la magia y el misticismo que rodea este monumento.

Una travesía por el pasado y el presente

Pasear por la parte superior de la muralla, donde algunas secciones alcanzan los siete metros de ancho, es una experiencia que transporta al visitante directamente a la Roma Imperial.

«Los más de 2.000 años que atesoran sus defensas parecen no ser nada cuando el viajero mira cara a cara a las murallas de Lugo», destaca National Geographic. Y no es para menos: caminar por este monumento es recorrer la misma senda que antaño pisaron soldados y ciudadanos del Imperio.

Lo que hace especial a esta muralla, más allá de su impresionante conservación, es su capacidad de fusionar diferentes épocas.

Durante el siglo XIX, cuando la ciudad empezó a expandirse y necesitaba más accesos, se abrieron cinco puertas nuevas, además de las originales: Puerta Miñá, Puerta Falsa, Puerta de San Pedro, Puerta Nova y Puerrta de Santiago

Esta adaptación al progreso resultó clave para la preservación de la muralla. «Esta convivencia a lo largo de la historia se refleja en un dato: conserva 71 de las 85 torres con las que se alzó mientras la mitad de las puertas que las cruzan siguen siendo las mismas que veían cruzar a los soldados y ciudadanos del Imperio».

El visitante puede detenerse en algunas de estas torres para admirar las vistas panorámicas de la ciudad.

Una joya histórica

Construida a base de granito y pizarra, materiales que abundan en la zona, se ha convertido en uno de sus mayores reclamos turísticos. Ello le ha valido haber sido considerada en el año 2000 como Monumento Patrimonio de la Humanidad, así como hermanarse con la Gran Muralla China.

La muralla de Lugo sigue siendo el corazón de la ciudad, tanto desde un punto de vista simbólico como práctico. No solo delimita el casco antiguo, sino que también actúa como un punto de encuentro para los residentes y los visitantes.

Para muchos, la muralla de Lugo es más que una estructura de piedra, es un testimonio vivo del paso del tiempo. Al recorrerla, uno no puede evitar sentir la magnitud de lo que representó el Imperio Romano y su legado duradero en esta pequeña ciudad gallega.

comentarios
tracking