Los jugadores del Córdoba CF celebran uno de los goles ante el Antequera

Los jugadores del Córdoba CF celebran uno de los goles ante el AntequeraJesús D. Caparrós

Fútbol

El Córdoba gana al Antequera su tercer partido seguido y se pone tercero

Los blanquiverdes cuajan un gran actuación (3-0), para completar una semana de ensueño

El fútbol es, como el título de la novela de Hemingway, una fiesta, pero cuando ganas. Y eso le ha pasado al Córdoba CF durante los tres últimos partidos, que gana, gana y gana, hasta tres seguidos para dormir tercero en la clasificación, al menos esta noche, tras vencer al Antequera también con tres goles (3-0), que era cuarto y superar en la tabla momentáneamente al Málaga. Y, para hacerlo mejor, el rival de los cordobesistas solo había encajado dos goles fuera de casa en lo que va de liga, algo que habla mejor aun de los pupilos de Iván Ania.

El primer acto fue de los blanquiverdes, pese a que el Antequera comenzó con una declaración de intenciones, estilo y personalidad que tan solo le duró tres minutos. Ese fue el tiempo en que más posesión de balón tuvo. Después una internada de Adilson fue un presagio de lo que iba a pasar, el Córdoba bien colocado, robando en la medular y lanzando a los extremos. Pese a ello, a los cinco de juego los malagueños pudieron adelantarse en una falta lateral, el primer remate de cabeza tuvo como protagonista (al igual que ante el Atlético de Madrid B y el Sanluqueño) a Carlos Marín. Su parada fue decisiva par que no se torciera el sino del encuentro.

A partir de ese momento las ocasiones las puso el Córdoba, con Carracedo y Adilson como puñales, especialmente el portugués. El cuadro de Javier Medina capeó el temporal como pudo hasta que la jugada vino por el centro. Era el minuto 22 y Kike Márquez puso un gran servicio a un defensa, Lapeña, su primer remate fue repelido por el meta visitante, pero el segundo cabezazo fue para dentro. Ahí se acabó el primer acto, con un Córdoba que controlo y tuvo alguna aproximación peligrosa, mientras el Antequeraa era un quiero y no puedo, gracias a la gran disposición táctica planteada por Iván Ania.

El comienzo de la segunda mitad fue el soñado, un minuto y 2-0. Adilson aprovechó un buen servicio de Diarra para poner tierra de por medio. La victoria ya parecía clara, porque los blanquiverdes no bajaban el pistón y el Antequera era incapaz de crear, no ya peligro, sino jugadas. En esas, antes de la hora de juego, el desquiciamiento del equipo visitante se vio en el 3-0. Carracedo centró y Fomayem se metió un golazo en propia puerta. Como en el título de la novela de Heminway, el Arcángel ya estaba de fiesta y los jugadores del Córdoba se gustaban sobre el terreno de juego.

Fiesta

Como el partido se prestaba, el entrenador del Córdoba dio entrada a Óscar Jiménez, que debutaba con el primer equipo. A seis del tiempo reglamentario otro debut, el de Paco Fernández, que sustituyó a Adilson. El partido ya tuvo poca historia y ni falta que hacía. Ahora espera el Melilla, un rival propicio para que siga la racha y continúe la fiesta.

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