La frase de Estanislao

«Señores, voy a serles franco, estoy hasta los cojones de todos nosotros». Esa frase, de la que se discute si se pronunció realmente, fue supuestamente de Estanislao Figueras en junio de 1873. La relevancia de la misma, como bien me recordaban esta semana, radica en que el tipo era presidente de la Primera República y, después de proferirla, se marchó a París, aunque volvió a España.

Figueras tuvo que lidiar en pocos meses con una crisis económica, la división interna de su partido y la proclamación del estado catalán ¿Les suena a actual? Pues sí, esas cosas atormentaban a Figueras, cuya grandeza, sin duda, está en esa frase que dijo a su gobierno para largarse.

Y, pese a lo visceral de la cita, la misma lo convirtió en alguien cercano al ciudadano de a pie contemporáneo, que contempla atónito la realidad, pensando en evadirse de la realidad en la barra de un bar, mientras en su rechinar de dientes musita lo mismito que Estanislao («estoy hasta los c…»).

Esa expresión la suelta cualquier hijo de vecino (del club de los que trabajan y no cobran paga) cuando ve, cada mes, lo que le hurtan de la nómina, porque aunque con barniz legal se practica el atraco de estado. También se acordará sin saberlo de la frase de Estanislao, cualquier vecino de la provincia cuando le llegue el recibo de la basura con algo más de tres euros de subida.

Y de la frase de Estanislao se acordará hasta el votante del PSOE, ese partido que con su impuesto al vertedero (tributo color verde avaricia) ha producido ese impacto, porque de tres en tres euros se suma la subida de la basura, la de la luz, la cesta de la compra y ese etcétera inflacionista que nos va empobreciendo. Aunque, como es del PSOE, se acordará de la cita de Estanislao en la intimidad (como aquello que dijo Aznar).

Pero lo dirá y seguirá adelante, mientras en los bares sirvan cerveza y pueda pagarla, porque lo de dar la ‘espantá’ está reservado para unos pocos valientes como Estanislao.