Córdoba: capital mundial del Patrimonio y escenario de los retos del futuro

Del 24 al 27 de septiembre, Córdoba se vestirá de gala para recibir el 17 Congreso Mundial de la Organización de Ciudades Patrimonio Mundial, un evento de alcance global que colocará a la ciudad en el epicentro de la discusión sobre la gestión y preservación de los bienes patrimoniales de nuestro planeta. La cita, que tendrá lugar en el Palacio de Congresos de la calle Torrijos, se enmarca en una confluencia de aniversarios significativos: los 40 años de la declaración de la Mezquita-Catedral como Patrimonio de la Humanidad y los 30 del Casco Histórico. Esta efeméride se convierte en una ocasión propicia para reflexionar sobre los desafíos que enfrentan las ciudades patrimonio en un mundo cambiante, y Córdoba, como anfitriona, se erige en símbolo de los retos y las oportunidades que estos enclaves históricos afrontan hoy.

La importancia de este congreso radica no solo en la calidad y variedad de sus participantes, con delegaciones de 60 ciudades de los cinco continentes, sino también en los temas que se abordarán, centrados en el desarrollo de ciudades inclusivas, la habitabilidad y la buena gobernanza. La presencia de alcaldes, concejales, técnicos y expertos subraya el interés de los municipios por avanzar en una hoja de ruta común que respete el legado histórico sin renunciar a la lucha contra el cambio climático y la búsqueda de entornos urbanos habitables y sostenibles.

El alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha destacado que durante estos días la ciudad será la «capital mundial del patrimonio». Y no es para menos: la relevancia de este encuentro radica en su capacidad para sentar las bases de políticas conjuntas que, más allá de proteger los cascos históricos, hagan de ellos espacios vivos, en los que la ciudadanía participe activamente y que no queden relegados a simples atracciones turísticas.

El reto de preservar el patrimonio histórico es enorme y complejo, especialmente en un contexto de acelerado cambio social y económico. Uno de los principales desafíos que enfrentan estas ciudades es encontrar un equilibrio entre la conservación y la modernización. Los cascos históricos no deben ser museos al aire libre; tienen que ser espacios donde la vida cotidiana se desarrolle con naturalidad y donde la tradición se entrelace con las necesidades del presente.

La gestión turística es otro desafío clave. El turismo masivo puede poner en riesgo la integridad de los sitios patrimoniales, saturar los servicios urbanos y desvirtuar la experiencia tanto para visitantes como para residentes. Para evitar estos efectos nocivos, las ciudades deben apostar por un turismo de calidad y sostenible, que valore la cultura local y respete las dinámicas sociales del lugar. Iniciativas como el pasaporte turístico que se lanzará en Córdoba durante el congreso son un ejemplo creativo de cómo involucrar al visitante en la protección del patrimonio mientras se le ofrece una experiencia enriquecedora.

Finalmente, la gobernanza inclusiva y participativa es esencial. La gestión del patrimonio debe contar con la implicación activa de la comunidad local, tanto en la toma de decisiones como en la vida cultural del lugar. En este sentido, las actividades paralelas del congreso, que incluyen conciertos, visitas guiadas y concursos de relatos, son una excelente manera de acercar el evento a los cordobeses, fomentando un sentido de pertenencia y corresponsabilidad con su legado histórico.

Córdoba tiene la oportunidad de demostrar que el patrimonio no es solo un legado del pasado, sino una herramienta poderosa para construir un futuro más justo, sostenible y habitable. Al acoger este congreso, la ciudad se posiciona como un referente en la gestión de bienes patrimoniales, un ejemplo de cómo tradición y modernidad pueden convivir en armonía.

La cita será un punto de partida para que las ciudades patrimonio del mundo refuercen su compromiso con la protección de su legado, mientras avanzan hacia un modelo de ciudad que valore a sus habitantes y al entorno. Córdoba, con su historia milenaria y su vocación internacional, no solo será la capital del patrimonio durante estos días, sino que se proyectará como una inspiración para todos los que creen en la importancia de preservar nuestra memoria colectiva.