Fallece el cofrade de Cabra Juan Antonio Muriel
Su familia está muy vinculada a la hermandad de la Soledad
Una de las familias más significativas de la ciudad de Cabra y más vinculadas a la Semana Santa egabrense, como es la familia Muriel Luque, despide hoy al que era hasta ayer mismo, presidente de la Fundación Pasión y Cofradías, una fundación única que otorgaba cada año un premio a la labor de una hermandad en concreto, reconciendo su labor durante el año en curso.
Juan Antonio Muriel Luque, residía en Málaga capital y era el propietario de un bufete de abogados en la ciudad malacitana. Allí tenía su residencia desde hacía años, pero mantenía una relación muy estrecha con Cabra y por supuesto con su Semana Santa.
Una familia cofrade
Su familia, de gran arraigo egabrense, era muy devota de Nuestra Señora de la Soledad y Quinta Angustia, siendo su padre y su hermano Eusebio, hermanos mayores en diferentes etapas de la Archicofradía durante el siglo XX. Ambos fallecieron y de ahí que fuera él quién estuviera al frente de la fundación, que con tanto empeño creara su madre Amparo Luque, gran devota de todas las cofradías egabrenses.
La fundación, junto a sus patronos, otorgaba cada año un premio a una determinada hermandad por su trabajo y por su salida procesional, requisito indispensable para ser reconocida. Cada año, las hermandades esperaban con ilusión el momento de conocer quien o cual había sido la galardonada.
Dicho galardón se otorgaba en la singular Cuaresma egabrense, dentro de un acto solemne en la casa natal de los Muriel Luque.
Hermano del reconocido comunicador, Eusebio Muriel Luque, Juan Antonio siempre había sentido predilección por la Virgen de la Soledad, la devoción familiar y la Virgen que lo significó todo en su familia.
Su estancia en Málaga, no le impidió estar siempre en contacto con su pueblo natal. Juan Antonio también fue pregonero de la Semana Santa de Cabra en el año 1991, siendo uno de los pregones más recordados de los últimos 50 años.
Cabra y el mundo cofrade, despiden a un hombre que quiso en la distancia a sus cofradías con fervor y manteniendose siempre firme en la memoria de su madre.
El último premio pasión y cofradías fue entregado a la Hermandad del Santísimo Cristo de la Sangre.