Audiencia del Papa a los seminaristas cordobeses en la Sala Clementina del Vaticano

Audiencia del Papa a los seminaristas cordobeses en la Sala Clementina del VaticanoVatican News

El Papa recibe a los seminaristas cordobeses

En la audiencia, el Pontífice glosa la figura de San Pelagio

El Papa Francisco ha recibido este jueves en audiencia privada a los seminaristas de Córdoba acompañados de los rectores del Seminario Conciliar «San Pelagio» y el Seminario Redeptoris Mater «San Juan de Ávila», sus formadores y el Obispo de Córdoba, presente durante la visita de tres días que también les ha llevao a las basílicas pontificias para ganar el Jubileo y a orar ante el Sepulcro de san Pablo. Durante el encuentro celebrado en la sala Clementina, el Papa ha mantenido un tiempo de diálogo con los seminaristas que han podido formular preguntas al Santo padre. A todos ellos los ha saludado personalmente y les ha recomendado «cuidar la alegría» y alejarse de la mundanidad.

Como informa la Diócesis de Córdoba en su página web, el Papa Francisco ha manifestado su alegría por recibirlos como peregrinos de la Esperanza en el Año Jubilar y se dirigió a todos ellos refiriéndose a la Esperanza como «como las señales que nos van marcando el itinerario» en el viaje de la vida.

Así, el Santo Padre aseguró que esa primera señal es la dirección hacia el cielo, al encuentro definitivo con Jesús. Para ese peregrinar que es la vida, el Papa aconsejó a los seminaristas de Córdoba no optar a las primeras posiciones ni a los lugares más cómodos porque «esos son callejones sin salida, que si tenemos la desdicha de embocarlos debemos salir marcha atrás con trabajo y vergüenza».

El Papa prosiguió advirtiendo de «los peligros en el camino» como segunda señal que revela la Esperanza y consideró la figura de San Pelagio, titular del Seminario Diocesano, como ejemplo de perseverancia que viene de un «hermoso lugar» que toma su nombre de san Pelagio y ocupa el antiguo solar del campo de los mártires, en relación al lugar donde se erige el Seminario Conciliar. El Santo Padre glosó la figura del niño santo que «en medio del dolor de una guerra, de la crueldad más indigna del ser humano, armados con el yelmo de la esperanza, se puede dar testimonio, se puede perseverar en el camino del Señor, convencidos de que Jesús los sostendrá siempre y nos dará además la fuerza de ser sembradores de esperanza».

La tercera señal, -prosiguió el Papa- son las zonas de avituallamiento. De este modo se dirigió a los seminaristas afirmando que «necesitamos ser sostenidos, sentir la presencia del que es nuestra única esperanza, Jesús», al atravesar la Puerta Santa y visitar las tumbas de los apóstoles. Francisco habló de la misericordia de Dios, que invita a la contemplación en cada parada de la vida a los seminaristas de Córdoba al final de su alocución y compartió con ellos que «Él se nos presenta como Maestro, como Señor, se nos da como alimento en su palabra y en la Eucaristía, nos repara cuando pinchamos en medio de la carretera y nos acoge cuando nos vence la fatiga y debemos detenernos a hacer una pausa».

Sin esa esperanza, detalló el Papa, sus caminos serían «una locura, pero fiados en Él no tenemos dudas de que llegaremos al puerto deseado». A pesar de todo, el Papa indicó a los futuros sacerdotes de Córdoba que «no piensen nunca que sembrar esperanza es decir palabras de cortesía u optar por un buenismo dulzón», sino que la Esperanza es el camino de Jesús que lleva a la Jerusalén celeste, y el paso por este mundo requiere abrazar a la cruz «sostenidos por infinidad de cirineos», porque en este camino no se puede avanzar solo, sino en comunidad, «guiando, defendiendo, asistiendo y bendiciendo a aquellos que el Señor nos dejó como tarea».

La opinión del obispo

Al final del encuentro, el Papa encomendó a los seminaristas a la protección de la Virgen de la Fuensanta y entregó a cada seminarista un ejemplar de su libro, «Santos, no mundanos». El Obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, ha podido constatar la cercanía del Santo Padre con la Diócesis de Córdoba y sus seminaristas, a los que se han sumado los seis sacerdotes diocesanos que cursan estudios en Roma. Un total de cincuenta personas ante los que el Papa se ha sentido «sorprendido» por el número que constituía esta audiencia.

El Obispo de Córdoba ha manifestado que el encuentro representa un acto de «comunión eclesial con el Papa» por la que «se siente muy feliz» y una manera de representar a una Diócesis «muy bonita y vital» tal como le ha podido trasmitir al Papa Francisco. Monseñor Demetrio Fernández presidirá mañana la Eucaristía en la Basílica de San Pedro del Vaticano. Esta tarde, a las 16:30, reunirá a la delegación cordobesa en la celebración de la Eucaristía que tendrá lugar en la Iglesia del Santo Spirito, cerca de la Plaza de San Pedro.

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