Almeida lamenta un nuevo bloqueo de Vox al tumbar nuevas normas urbanísticas

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez- Almeida, ha tildado de «política de tierra quemada» y «bloqueo» la actuación de Vox este martes en la comisión extraordinaria de Desarrollo Urbano, tras votar, junto con los grupos de izquierda (Más Madrid, PSOE y Grupo Mixto) en contra de la aprobación del dictamen para aprobar la modificación de las normas urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1997.

Almeida considera que Ortega Smith está poniendo por encima sus intereses políticos: «hoy nuevamente hemos visto que Javier Ortega Smith ha decidido que Madrid y los madrileños no le importan lo más mínimo, sino que lo único que le interesa es el rédito electoral que pueda sacar en las elecciones». El alcalde no entiende que Vox apoyara el pasado 6 de junio la aprobación del avance de este proyecto normativo –que regula cuestiones como las cocinas agrupadas o fantasma y nuevas formas de habitar como el 'cohousing' o el 'coliving'– y hoy vote para frenar la ley. De esta manera, el grupo de Vox se da la mano con las formaciones de la izquierda del espectro político y consigue retener la normativa para que no se eleve al pleno para su votación definitiva.

La decisión de Vox ha sido reprochada por Almeida, quien considera que la modificación de las normas urbanísticas era «extraordinariamente importante» para la ciudad. Además, asegura, las modificaciones estaban «pactadas con el sector urbanístico de la ciudad», que «había reclamado, durante mucho tiempo, que se flexibilizaran las normas, que se agilizaran los plazos, que hubiera menos requisitos, que hubiera menos burocracia, que se pudieran compatibilizar usos urbanísticos». Por eso, Almeida cree que Ortega Smith se está equivocando pretendiendo ser «el que decida lo que pasa en la ciudad» pese a tener «cuatro concejales, es decir, menos del 8 % de los votos» y además le ha acusado directamente diciendo que «no vamos a tener presupuestos para el año 2023 por el bloqueo y la cerrazón» que está mostrando.

El delegado de Urbanismo, Mariano Fuentes, también ha tratado de conseguir la aprobación del dictamen, aunque sin éxito, por considerar que es necesario actualizar las normas urbanísticas que han quedado obsoletas desde su implantación en 1997 y ya no dan respuesta a los problemas de hoy. Por su parte, Vox, justifica su acción aludiendo a que la medida deja «cojas» cuestiones relativas a la implantación de las viviendas turísticas, las cocinas industriales o los locales de apuestas.