Rocío Monasterio, portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, insta al Gobierno regional a eliminar las trabas burocráticas

Rocío Monasterio, portavoz de Vox en la Asamblea de MadridAlberto Cuéllar / Vox

Comunidad de Madrid

Las enmiendas a la ley de maternidad enzarzan a PP y Vox en Madrid a 100 días de las elecciones autonómicas

La tensión entre ambas formaciones, lejos de rebajarse, aumenta por momentos y la herida que se abrió en diciembre a cuenta de los presupuestos no se cierra ni tiene vistas de hacerlo a corto plazo

En algo más de tres meses, los colegios electorales de Madrid, como los de la mayoría de las comunidades autónomas y de todos los municipios españoles, volverán a abrirse y llenarse de urnas. Es casi el mismo tiempo que ha transcurrido desde que las relaciones entre el Partido Popular y Vox comenzaron a tensarse con motivo de los Presupuestos para 2023, hasta llegar a un punto que parece de no retorno, especialmente ahora que las formaciones están ya inmersas en la precampaña electoral. El motivo del último desencuentro han sido las enmiendas presentadas a la ley de medidas fiscales para la protección de la maternidad y paternidad y de fomento de la natalidad.

La Comisión de Presupuestos y Hacienda de la Asamblea de Madrid asistió este miércoles a un rifirrafe entre los portavoces de los dos partidos durante la votación del dictamen de dicha comisión sobre el citado proyecto de ley. A la hora de defender las enmiendas y la posición de cada grupo sobre las mismas, el diputado de Vox José Luis Ruiz Bartolomé agradeció a los populares haber aceptado cuatro de sus enmiendas, entre ellas, según explicó, el aumento de las deducciones en los casos de adopción internacional de niños o que la deducción por el pago de intereses en la adquisición de una vivienda llegue hasta los 41 años. Así, dijo «agradecer la buena disposición del PP» en la negociación.

En su turno, el diputado 'popular' Álvaro Ballarín solicitó que se votaran por separado dos de las enmiendas de Vox. Al lanzar tal petición a la Mesa, la diputada de Vox Ana Cuartero señaló que ya estaban «incorporadas al dictamen» y que, por lo tanto, no podían votarse por separado. El letrado Javier Sánchez intervino –lo hizo varias veces durante la sesión– para apuntar que es en el momento en que las enmiendas se incorporan al dictamen de la comisión cuando pierden su capacidad de mantenerse en el Pleno, y que la ponencia lo que hace es informar favorablemente o no de las mismas.

En cualquier caso, cuando se pasó a la votación, tanto las dos enmiendas separadas como el resto de las que presentó Vox fueron rechazadas, como así también las del PSOE y Más Madrid. Ana Cuartero recriminó al PP haberlas separado y votar las otras dos con el dictamen. Este se aprobó con el voto a favor de los populares –Vox no votó–. A la hora de explicar su voto, Ballarín remarcó que su partido había aceptado «con buena voluntad» las dos enmiendas incluidas en el texto, aunque hubieran pedido separar dos, y pidió a Vox que lo entendiera. No obstante, Cuartero indicó que su grupo solicitaría que quedaran vivas sus enmiendas «de la primera a la última», y señaló que se había votado un dictamen distinto al que había elevado la ponencia. Finalmente, el letrado concluyó que el dictamen resultante era el proyecto de ley inicial, al haberse rechazado todas las enmiendas al mismo.

La previa de la votación

Vox había presentado varias enmiendas al texto. Los 'populares' y la formación que lidera Rocío Monasterio en Madrid habían pactado cuatro. Según han explicado fuentes de la Asamblea a El Debate, el PP las aceptó pero rebajadas, sin embargo, por equivocación las introdujo íntegras en la ponencia. Cuando el portavoz popular quiso rectificar su error, la respuesta de Vox fue: «Lo siento, son las 12:06», devolviendo la negativa del PP a aceptar sus enmiendas a los Presupuestos.

Por su parte, fuentes del PP han señalado a este periódico que, si bien habían pactado con Vox cuatro enmiendas transaccionales, este las había cambiado, y se dieron cuenta de ello cuando se iba a proceder a la votación, por lo que votaron en contra. Sin embargo, estas mismas fuentes han indicado que estas enmiendas «se pueden seguir negociando», y que, si se votan a favor en el Pleno, pueden incluirse.

Está previsto que el dictamen se vote en el primer pleno de marzo. Se desconoce cuál será la posición del grupo de Rocío Monasterio. La líder regional de Vox trasladó a los medios esta semana que no sabe «cómo acabará el tema» y que su intención es «apoyar aquellas medidas y una ley que promueve la natalidad». «No sé si ahora resulta que por unas enmiendas que ahora quiere retroceder el PP van a votar en contra de su propia ley. No sabemos qué va a pasar», expresó.

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