El psiquiátrico abandonado de Navacerrada será derruido: ¿cuál es la leyenda que le persigue?
Ahora la Comunidad de Madrid quiere derribarlo para «que el terreno antes ocupado alcance condiciones de estabilidad y se integre en el paisaje»
El antiguo psiquiátrico de La Barranca, en Navacerrada, tiene fecha para su demolición. Tras más de 80 años en el conjunto montañoso pasará a mejor vida tras la aprobación del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid. La región ha aprobado una inversión de 3,4 millones para demoler las edificaciones. El hospital durante el siglo pasado funcionó como sanatorio antituberculoso y, después, como hospital psiquiátrico. En 1995, las instalaciones quedaron abandonadas para siempre, pero ¿por qué?
Su construcción data de 1941 cuando el Patronato Nacional Antituberculoso decidió que se debía edificar un hospital dedicado a estos pacientes. En la década de los 40 había muchas personas afectadas por esta enfermedad y se decidió este enclave porque se encuentra rodeado de naturaleza.
Próximo al psiquiátrico se encuentra la montaña de la Maliciosa (2.227 metros). Su altitud favorecía las condiciones para el cuidado y el tratamiento de los tuberculosos. El complejo hospitalario lo componen tres edificios de 18.495 metros cuadrados repartidos en seis plantas.
Con el paso de los años los fármacos y medicamentos tuvieron más protagonismo y no hizo falta un sitio tan grande para tratar la tuberculosis. Entonces, en 1980 se convirtió en un psiquiátrico hasta 1995, que cerró sus puertas y ninguna empresa se ha atrevido a abrirlo.
Los motivos para no asumir estos cargos de responsabilidad residen en que estos edificios tan grandes son de hormigón y muchas entidades no se atrevían a restaurar la estructura por mucha actividad paranormal.
La leyenda del psiquiátrico
Su apariencia siniestra, como si estuviese sacado de una película de terror, no ayuda. Su historia es similar a la de otros centros hospitalarios de la zona que también fueron abandonados y catalogados como una puerta al más allá.
Es difícil encontrar a alguien que conozca la zona y no haya escuchado alguna historia de terror sobre la Barranca. Hay testimonios que aseguran haber visto luces en los pasillos a través de sus ventanas sin cristales. Otros hablan de escuchar voces en mitad de la noche e incluso gritos desgarradores.
Hablan de que las víctimas por tuberculosis y los enfermos psíquicos que no lograron superar las enfermedades campan por todo el complejo hospitalario, hoy en ruinas. Además, este lugar ha sido escenario de rituales satánicos y de contactos con el más allá.
A la leyenda se le suma que hay un túnel que conecta el edificio 2 y 3 con la morgue del edificio 1. Imaginemos con que nos podemos topar allí...
«Por la noche se escuchan pisadas, susurros y las puertas se abren», relatan varios testigos. Los lugares donde más actividad paranormal se ha registrado es en las plantas más altas, donde estaban los enfermos terminales.
Los restos de las velas y las pintadas con sangre (quién sabe si humana) son el testigo de esta suerte de aquelarres. También hay quien tiene psicofonías que otros testigos dicen conservar.
Ahora la Comunidad de Madrid quiere derribarlo para «que el terreno antes ocupado alcance condiciones de estabilidad y se integre en el paisaje». Habrá que ver si en unos años sale una vegetación frondosa o rastrojos y malas hierbas, fruto de la oscuridad que azota a este insólito lugar.