El delegado del Gobierno convierte su acto de la Constitución en un mitin contra Ayuso

El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha convertido su «anómalo» -como él mismo ha reconocido- acto por el aniversario de la Constitución en una suerte de mitin contra el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, sobre el que ha hecho alusiones constantes, y, además, ha abogado por la reforma del texto constitucional para que sea un «reflejo fiel de nuestro país».

«Es una herramienta viva que debe ser capaz de adaptarse a los cambios de nuestra sociedad. Aunque nuestra Constitución fue pionera en muchos aspectos, es necesario adaptarla para que siga cumpliendo su función esencial, representar a todos y todas, garantizar derechos y ser un reflejo fiel de nuestro país(...) La Constitución es un texto de tapas firmes pero de hojas flexibles. Una norma fuerte en sus principios, pero permeable a la evolución de los valores sociales. Este equilibrio entre estabilidad y adaptabilidad es lo que garantiza su vigencia y relevancia», ha manifestado.

La Delegación del Gobierno, junto con el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, ha organizado este miércoles un acto insólito de celebración de la Constitución, después de que el Gobierno autonómico decidiera dejar fuera de la escaleta de discursos a Martín en el tradicional acto por la Carta Magna celebrado ayer en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol.

Así, este ha sido el primer año que la Delegación del Gobierno hace un acto propio por la Constitución, que se ha celebrado en la Galería de las Colecciones Reales, que alberga una exposición del pintor valenciano Joaquín Sorolla. En ese escenario y con un auditorio abarrotado, en el que incluso han faltado sillas para los asistentes, entre los que no se encontraban ni Díaz Ayuso ni José Luis Martínez-Almeida -pese a que estaban invitados-, el Ejecutivo de Sánchez ha conmemorado la Constitución con constantes ataques a la presidenta madrileña y subrayando la «permeabilidad» del texto constitucional.

«Este acto es una anomalía, el indeseado resultado en un nuevo paso adelante en la confrontación y un paso atrás en la Constitución», ha arrancado Martín quien, pese a sus quejas, asistió, en primera fila, al acto del Gobierno de Madrid y tomó la palabra ante la prensa antes del inicio oficial del mismo para, en la misma línea que su discurso de hoy, atacar a Díaz Ayuso.

El delegado ha hecho constantes alusiones en su alocución a la importancia del «respeto institucional», que, a su juicio, no mantiene Díaz Ayuso, a quien ha acusado, veladamente, de renunciar a aplicar principios constitucionales como «el consenso, la lealtad, la huida de la confrontación y el patriotismo democrático».

«La Constitución, además de ser un marco jurídico esencial, es también la expresión de un modelo de hacer política. El modelo que a todos los servidores públicos nos nuestra cómo debe ser la buena forma de hacer política: con unidad, con diálogo, con cooperación, con lealtad, con consenso, mediante pactos y acuerdos, huyendo de la confrontación interesada y gratuita»; ha lanzado.

El delegado también ha arremetido contra el Gobierno de Madrid por no haber reformado su Estatuto de Autonomía para suprimir la palabra minusválido, como se hizo desde el Congreso de los Diputados con el artículo 49 de la Constitución. No obstante, cabe recordar, cosa que no ha hecho Martín, que el Ejecutivo de Ayuso se ha comprometido a quitar esa denominación para referirse a las personas con discapacidad cuando Pedro Sánchez deje de ser presidente del Gobierno, puesto que para reformar el Estatuto de Autonomía es preciso que este pase por la Cámara Baja y, con la actual composición parlamentaria, Madrid no quiere arriesgarse a que se quieran introducir en su Estatuto otros cambios «por la puerta de atrás».

Para clausurar el acto, ha tomado la palabra el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, que ha advertido que «por mucho que hayamos avanzado» desde la aprobación de la Constitución, «todavía podemos dar pasos atrás».

El ministro ha hecho alusiones al franquismo y ha subrayado la importancia de «restablecer la dignidad de quienes lucharon y perdieron todo por la democracia». Además, también ha criticado al Gobierno de Díaz Ayuso por su rechazo a colocar una placa en la Real Casa de Correos para recordar que fue «lugar de torturas». «Para hacer justicia y reparación hay que hacer memoria», ha destacado.

«Hay que poner por delante el diálogo, sin azuzar el odio. Creo que cada falta de respeto institucional e indiferencia de poderes públicos nos empequeñece a todos», ha sostenido.

«Os pido como demócratas que defendamos lo que hoy somos para que nuestra Constitución siga siendo garante de progreso. Para que nuestra riqueza cultural e identitaria no se diluya en charcos. Que la libertad no acabe en una zanja, que España no caiga de nuevo en el vacío», ha concluido antes de clamar un «¡Viva la Constitución!, ¡Viva el Rey! y ¡Viva España!», que en el caso del delegado del Gobierno, al término de su discurso que ha abierto el acto, se ha limitado a un «¡Viva la Constitución!».