Madrid
La estatua de la Libertad de Madrid que ya lucía la corona de rayos solares antes que la de Nueva York
En el Panteón de Hombres Ilustres de Madrid se encuentra una escultura de dos metros que representa la Libertad del escultor Ponciano Ponzano
La Estatua de la Libertad de Nueva York fue un regalo que los franceses hicieron al pueblo estadounidense en 1886 para conmemorar el centenario de la Declaración de la Independencia de Estados Unidos. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el monumento se ha convertido en todo un símbolo de Occidente y es visitada por más de 4,5 millones de turistas al año. Pero, ¿sabías que en Madrid ya había antes una estatua de la Libertad que lucía la corona de rayos solares?
La estatua de la Libertad madrileña
En el Panteón de los Hombres Ilustres de Madrid (rebautizado ahora como Panteón de España), en la calle Julián Gayarre 3, encontramos una escultura de bulto redondo que precede a la neoyorkina. Fue elaborada en 1848 por el escultor aragonés Ponciano Ponzano (1813-1877), quien a pesar de ser un artista que ha dejado una profunda huella en nuestro país, murió arruinado y no ha alcanzado toda la fama que merece entre los madrileños.
La obsesión del Gobierno con el género
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La escultura se ubica sobre el mausoleo de estilo neobizantino que sirve de enterramiento a varios personajes del panorama político español del siglo XIX como Mendizábal o Argüelles. Mide unos 2 metros y está esculpida en mármol de Carrara. Fiel a la idea original del autor, la figura representa a una mujer «joven, gallarda, ligeramente vestida, con rayos de luz refulgiendo de su pelo». Se encuentra descansando en un ligero contrapostto y va acompañada de varios símbolos que nos indican que se trata, efectivamente, de una personificación de la Libertad. En la mano derecha, un yugo partido y que pisa con el pie –de una manera que recuerda a la clásica representación de la Virgen Inmaculada pisando la cabeza de la serpiente– , y en la mano izquierda porta un cetro.
Cómo visitarla
- Martes a sábados: 10:00-14:00 h y de 16:00 a 18:30 h
- Domingos y festivos: 10:00-15:00 h
Pero en realidad no hay una, sino dos, estatuas de la Libertad en Madrid. La menos conocida, se encuentra en el frontis del Congreso de los Diputados y también es obra de Ponciano Ponzano, que la realizó en 1857, y por lo tanto, es posterior a la del Panteón de los Hombres Ilustres. La figura está integrada en un relieve que representa a España abrazando la Constitución. Este personaje está rodeado a su vez por otras tantas alegorías de la Justicia, La Fortaleza, las Artes y la Libertad. En este caso aparece ataviada con una túnica, cubierta por entero, y también con los característicos rayos de sol que había utilizado Ponzano en su anterior representación de la Libertad. Como curiosidad, en el Congreso de los Diputados también hay otra obra muy relevante del mismo artista, pues los dos leones de bronce que custodian la puerta del Congreso, Hipómenes y Atalanta, también salieron de las manos del artista aragonés.
La Estatua de la Libertad de Bartholdi
El artista que elaboró el monumento para la isla de la Libertad sería el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi, al que le fue encargado este proyecto como símbolo de amistad entre países. El color verdoso tan identitario que luce, no es intencionado, sino que al estar recubierta de cobre su color rojizo se volvió de esta tonalidad.
La primera diferencia de la Estatua de la Libertad del francés con la madrileña es su colosal tamaño. Mientras que la de Madrid mide unos 2 metros como ya hemos mencionado, la neoyorkina mide 46 metros. Al igual que la de Ponzano, también va acompañada de símbolos. El primero que destaca es la antorcha, que representaría la luz que muestra el camino hacia la libertad. También aparece sujetando una tablilla con la mano izquierda que simboliza el poder de la ley, en la que está escrita la fecha de independencia de Estados Unidos, el 4 de julio de 1776.
Pero la similitud más característica, sin duda, es la corona de rayos. Al igual que el escultor español, Bartholdi no se decidió por el clásico gorro frigio, símbolo de la libertad desde la Antigüedad –que se puede observar, por ejemplo, en el cuadro de La Libertad guiando al pueblo de Delacroix–, y optó por la corona de rayos. Este adorno no era novedoso, pues es similar a la que portaba Helios, personificación del sol en la mitología griega. Sin embargo, sí fue innovadora la manera en la que Ponzano la utilizó, pues no había sido utilizada antes asociándose a la Libertad. Sin embargo, Bartholdi le añade una nueva simbología, pues los rayos en este caso son siete en representación de los siete mares y los siete continentes.