El cambio de guardia del Palacio Real que asombra a los madrileños: «Es una muestra de la historia de España»
Visitamos un acto que se celebra dos veces por semana y, aunque es un gran desconocido entre las actividades de la capital, se realiza con sumo cuidado
El relevo de la Guardia Real frente a la Puerta del Príncipe del Palacio Real de Madrid es un acto solemne cuyo principal objetivo es transmitir los valores y el origen histórico de esta sección del Ejército español. Un cambio de guardia es un procedimiento habitual en cualquier establecimiento militar, que normalmente se realiza sin público. Sin embargo, esta actividad, que rompe el ritmo de la vida diaria de la Calle Bailén dos veces por semana desde 1998, tiene especial interés. Los miércoles y sábados desde las 11:00 hasta las 14:00 horas se efectúa cada media hora, salvo los meses de julio y agosto, que se ofrece desde las 10:00 hasta las 12:00.
Su principal atractivo es la belleza de la escena. Los efectivos aparecen uniformados de forma singular, emulando el atuendo de la Guardia Real en época del Rey Alfonso XIII. Al ritmo de tambores y el dulce sonido de un pífano se asoman a la Plaza de Oriente. Sorprende la cantidad de madrileños que no conocen el cambio de guardia del Palacio Real. Por este motivo nos hemos acercado, para mostrar cómo se desarrolla y qué opinan los espectadores de este acto solemne.
Especial y habitual
Los entrevistados conocedores del cambio de guardia diferenciaban esta ocasión, que es la más habitual, del relevo solemne que sólo se celebra el primer miércoles de cada mes. Este otro acto, de mayor duración, es similar a una procesión militar y recuerda la que se llevaba a cabo cada día durante los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII. En el relevo solemne participa un número mayor de guardias, se sacan los cañones a la plaza de la Armería, lanzan salvas y termina con un concierto de la Unidad de Música en la lonja de la Puerta del Príncipe.
El sentido de este cambio de guardia más sencillo, pero también más frecuente, es acercar la Guardia Real a la sociedad. Con este espíritu, en un inicio se realizaba únicamente los miércoles, pero desde 2004 se ha ampliado el horario para que pueda disfrutarse los sábados. En su versión breve, participan 14 guardias reales y cuatro centinelas a caballo. Los miembros de la unidad que van a pie presentan armas, bayonetas, cercanas a las que se empleaban en el siglo XIX.
Origen histórico
Detalles curiosos
El cambio de guardia de la Puerta del Príncipe sigue un riguroso protocolo. El conjunto de movimientos que la unidad realiza forman parte de un acto modernizado, pero basado en las necesidades y tradiciones del siglo XIX. Sigue una serie de pasos: formación de la guardia con pífano y tambor, establecimiento de los puestos de guardia a pie, formación de la guardia a caballo, adopción de la posición de firmes de los centinelas a pie que después hacen coincidir sus movimientos con los guardias a caballo y unos minutos después los centinelas a caballo se desplazan por delante de la fachada del Palacio.
Nos encontramos con guardias que portan dos uniformes de que recopilan elementos históricos. Las unidades a caballo visten el de la sección de lanceros, de tiempos de Alfosno XII y Alfonso XIII, con una guerrera de color azul Cristina, calzón militar con dos bandas rojas en la costura lateral y un casco en punta con «llorón de crin blanca de búfalo», explica el Ministerio de Defensa. Junto a ellos, los guardias a pie replican los uniformes de la época de Alfonso XIII, portan una guerrera azul turquí, pantalón con doble banda roja lateral y un sombrero denominado «ros» de color blanco rematado con plumas de color rojo en el frontal.
Un amante de la Historia y cabo primero retirado de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra o FAMET, Miguel Jesús Palomo García, nos ha trasladado sus aspectos preferidos del uniforme que luce la Guardia Real en este acto solemne. «El uniforme se basa en una chaqueta de las unidades normales, pero que luego se le añade un pantalón con dos franjas rojas para no confundirlo con el de Artillería o Ingenieros», explica Palomo García.
Otro de las aspectos característicos de este uniforme es el detalle de los hombros. «Lleva una cosa muy típica, muy española, que son las plataneras. Una especie medialuna de paño rojo relleno que sería como un plátano boca abajo, de ahí viene el nombre de platanera», destaca Palomo García.