El elemento que echan de menos los madrileños en la Puerta del Sol y que ha generado polémica
La reforma cuenta con una inversión de 10,7 millones y plantea la peatonalización definitiva de la plaza y de todas las calles que convergen
La tradicional Puerta del Sol de Madrid es completamente peatonal tras finalizar las obras de mejora que comenzaron en marzo de 2022, con la publicación de la norma municipal en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM). Este espacio ha cambiado una serie de elementos como la fuente de Carlos III, el Oso y el Madroño, el Kilómetro 0... pero hay uno que ha generado cierta polémica por parte de los madrileños.
La nueva imagen de Sol no contará con árboles ni zonas verdes (maceteros) ya que se quiere recuperar el espíritu de ser una zona de paso y no estancial.
Muchos sectores de la oposición han aprovechado esta medida para criticar al Ayuntamiento madrileño y a su alcalde, José Luis Martínez-Almeida.
Existen varios motivos por los que no se han instalado zonas verdes en Sol. La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, indicó el año pasado que lo intentaron, pero recibieron una rotunda negativa por parte de los expertos.
García Romero confirmó que toda reforma que se haga en la Puerta del Sol debe estar aprobada por la comisión local de Patrimonio al ser BIC (Bien de Interés Cultural).
En el ámbito político se explicó que la idea era crear un espacio de paso y tránsito, no de recreo y de estacionamiento. Al no haber árboles es más difícil quedarse más tiempo en la nueva plaza. A la cuestión política se le suma una física.
Y es que debajo de la Puerta del Sol hay una gran losa de hormigón de 20 centímetros muy cerca de la superficie que impide que se desarrollen zonas verdes en este punto de la capital. La única opción era que se hubiese desarrollado en el 10 % restante.
Esta opción quedó totalmente descartada al considerarse que «no tenía sentido realizar una inversión para una porción tan reducida del recinto», tal y como explicó la comisión local de Patrimonio.
Dificultades con los maceteros
En cuanto a la colocación de los maceteros, también se descartó por la dificultad que suponen en las intervenciones policiales. Además, podrían suponer un fácil escondite para aquellos que huyen de la propia policía.
El cuerpo de policía ha sido quien solicitó que la nueva Puerta del Sol fuera un espacio lo más transitable posible y sin obstáculos. El objetivo era convertir Sol en un recinto lo más diáfano posible.
Asimismo, el cuerpo de seguridad subrayó que estos famosos maceteros también como un lugar en el que llevar a cabo conductas delictivas como esconder droga de manera muy fácil y accesible para realizar diferentes intercambios y trapicheos.
Descubrimiento de restos arqueológicos
Las obras de remodelación de la Puerta del Sol sacaron a la luz unos restos arqueológicos que podrían corresponder a los cimientos de alguna antigua edificación.
El hallazgo se dio en el arco norte de la plaza, entre las calles Preciados y Carmen. Descubrir estos restos arqueológicos «es un hecho bastante habitual en obras que se llevan a cabo en el centro de la ciudad».
Una vez se descubrió el hallazgo, los trabajos en ese punto concreto se pararon, se cartografió y se dio cuenta a la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.
Esta, a través de un informe, autorizó el tapado de los restos arqueológicos excavados entre las calles Preciados y Carmen, con geotextil y arena limpia. El resto de las obras siguieron con total normalidad tal y como estaban previstas.