Almeida pide «tranquilidad» ante las polillas de gran tamaño que están apareciendo en Madrid: «Son inofensivas»
La hembra adulta de polilla puede poner hasta 100 huevos, que tardan entre cinco y diez días en eclosionar
Una plaga de polillas ha invadido Madrid. Muchas personas han notado este aumento en sus casas. Con la llegada del calor en los últimos días, estos insectos han comenzado a colarse en los hogares, causando daño en la ropa, en los libros y en algunos muebles, como sofás o sillas. Además, se le suma que son de un tamaño considerable y que emiten ruido al aletear.
Estos insectos son inofensivos para los humanos, pero son normalmente sus larvas las que se alimentan de queratina, una proteína producida por los animales y que está presente algunos tejidos naturales como la lana, las plumas, la seda o las pieles.
Ante este escenario, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha señalado que «es cierto que están apareciendo polillas de un tamaño considerable, aunque recordemos que son inofensivas, así son lo comunican desde los servicios de Madrid Salud».
«En principio no tiene peligro alguno como consecuencia de su presencia, más allá de que nos pueda asustar su tamaño. Es una cuestión de carácter cíclico, las dos últimas veces fueron en 1996 y 2013. No hemos recibido gran cantidad de avisos, no hemos percibido que los madrileños den la voz de alarma»
La hembra adulta de polilla puede poner hasta 100 huevos, que tardan entre cinco y diez días en eclosionar en verano. Por lo tanto, hay que procurar matarlas a tiempo antes de que lleguen a depositar esos huevos.
Para evitar su proliferación es importante tener en cuenta varios factores. Por ejemplo, la limpieza es esencial: a las polillas les gustan las prendas y tejidos sucios, que puedan contener restos de sudor o comida, por lo que conviene lavar bien la ropa antes de volverla a meter en los armarios.
Igualmente, cuando hagamos el cambio de armario, hay que guardar la ropa limpia y en bolsas herméticas para evitar que los insectos se cuelen y nos destrocen las prendas.
La humedad también favorece su desarrollo, por lo que conviene controlarla, en especial en zonas como la cocina y el baño.