
Isabel Díaz Ayuso durante la parada militar del Dos de Mayo
Comunidad de Madrid
La historia de la tradicional parada militar del Dos de Mayo en Madrid que Sánchez ha prohibido
Desde Joaquín Leguina pasando por todos los presidentes autonómicos ha habido este acto cívico-militar
Madrid se quedará por primera vez en su historia sin la tradicional parada militar del Dos de Mayo. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad, anunciaba que Pedro Sánchez ha prohibido este año realizar este homenaje. Este acto cívico-militar se celebra en conmemoración de la defensa de Madrid en 1808, cuando el pueblo español se levantó contra la ocupación francesa de napoleón Bonaparte. Esta marcha busca rendir homenaje a los caídos en aquel enfrentamiento, incluyendo a los héroes populares como Daoíz, Velarde y Manuela Malasaña.
El año pasado, la izquierda criticó que Ayuso estuviese subida encima de una tarima. Sin embargo, esta disposición responde a una cuestión del reglamento militar al que está sometido el desfile que organizan las Fuerzas Armadas.
Según consta en el artículo 16 del Real Decreto 684/2010, de 20 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de Honores Militares, «a las autoridades civiles que se relacionan en este artículo les serán rendidos los honores militares de arma presentada e himno nacional en versión breve, cuando presidan actos militares y visiten oficialmente unidades de las Fuerzas Armadas».
El precepto establece entre las autoridades del Estado que podrán presidir actos militares están los presidentes de las comunidades autónomas, como es el caso de Díaz Ayuso, así como los presidentes de las ciudades de Ceuta y Melilla, dentro de territorio propio de su comunidad o ciudad.La historia de la parada militar del Dos de Mayo se remonta a esta fecha de 1808. El general Murat, comandante de las tropas napoleónicas en España, tenía la orden de trasladar a Francia a varios miembros de la familia real española, entre ellos la reina María Luisa de Parma y sus dos hijos. Sin embargo, la población madrileña se negó.

Marcha militar del Dos de Mayo en Madrid
Lo que comenzó con un grupo de apenas 50 personas, pronto se convirtió en una multitud de 600 ciudadanos que, armados con herramientas de labranza, palos e incluso con sus propias manos, intentaron evitar que los carruajes salieran del palacio. Este acontecimiento marcó el inicio del levantamiento del 2 de mayo de 1808, cuando el pueblo español decidió enfrentarse a la ocupación napoleónica.
Para contener la revuelta, un batallón de granaderos dispersó a los manifestantes con disparos de cañón, aunque muchos de ellos se reagruparon en la Puerta del Sol, donde continuó el enfrentamiento con las fuerzas francesas.
Hacia el mediodía, la temida caballería de mamelucos, bajo el mando del general Rossetti, cargó en tres ocasiones contra la multitud, compuesta por civiles y militares. Finalmente, los franceses lograron abrirse paso hasta la Calle Mayor. Esta brutal carga fue representada en las célebres pinturas de Francisco de Goya.

'El 2 de mayo de 1808 en Madrid' o 'La Carga de los Mamelucos' de Goya
A lo largo del día, otro grupo de madrileños intentó impedir que las tropas francesas apostadas en los alrededores de la ciudad consiguieran entrar. Los combates se produjeron en la zona de la antigua Puerta de Toledo, en el barrio de La Latina, aunque los defensores no lograron frenar el avance enemigo.
Mientras tanto, en el otro extremo de la ciudad, la guarnición española del Parque de Artillería de Monteleón, en la actual Plaza del Dos de Mayo, se sublevó y abrió el arsenal para armar a los ciudadanos y organizar la resistencia.
Al frente de la defensa de Monteleón estaban los capitanes Luis Daoiz y Torres y Pedro Velarde y Santillán, oficiales de Artillería, quienes, junto a un centenar de civiles, se enfrentaron a más de 2.000 soldados franceses.
La feroz resistencia de los madrileños convirtió aquella batalla en un símbolo de la lucha contra la invasión, con figuras como Manuela Malasaña y Oñoro, una joven de 15 años que participó en la defensa, según los relatos del escritor Ángel Fernández de los Ríos.

Marcha militar del Dos de Mayo en Madrid
Ejecuciones masivas
Como represalia, Murat ordenó ejecuciones masivas el día siguiente. Los fusilamientos en la montaña de Príncipe Pío, inmortalizados por Goya en uno de sus cuadros más icónicos, reflejan la dureza de la represión. También hubo ejecuciones en el Paseo del Prado y en otros puntos de la ciudad.
La revuelta dejó un balance de 600 muertos entre los madrileños, mientras que las tropas francesas perdieron a unos 140 hombres. A pesar de la represión, el 3 de mayo, el alcalde de Móstoles, Andrés Torrejón, declaró la guerra a los franceses, lo que provocó que la insurrección se extendiera rápidamente a localidades cercanas como Alcalá de Henares y Navalcarnero.
Durante el mes de mayo, se produjeron más levantamientos y se crearon las primeras juntas de gobierno. El 6 de mayo, Napoleón convocó en Bayona a Carlos IV y a su hijo Fernando VII, obligando a este último a abdicar en su padre, quien posteriormente entregó la corona al emperador francés.

La presidenta de la Comunidad de Madrid durante el acto cívico militar con motivo del Día de la Comunidad de Madrid
Napoleón, a su vez, designó a su hermano José Bonaparte como nuevo rey de España. Sin un monarca legítimo en el trono, comenzó la Guerra de Independencia, que se libró no solo en los campos de batalla y las ciudades, sino también en las juntas, donde empezó a tomar forma un nuevo sistema político para el país.
Ahora, Pedro Sánchez quiere que no se recuerde este hecho que se rememora con la marcha militar en la Puerta del Sol. Desde Joaquín Leguina pasando por todos los presidentes autonómicos que ha habido en este acto cívico-militar.