El antiguo edificio okupa de Prado 30 comenzará sus obras para acoger un espacio cultural y un centro de salud

El Ayuntamiento de Madrid ha dado luz verde a las obras de refuerzo estructural del edificio situado en el paseo del Prado, número 30. Así lo ha comunicado la vicealcaldesa y portavoz municipal, Inma Sanz, quien destacó que esta intervención es un paso esencial para que el inmueble pueda acoger un nuevo espacio cultural de titularidad municipal y un centro de salud promovido por la Comunidad de Madrid.

La ejecución de estos trabajos correrá a cargo del Área de Obras y Equipamientos, con una inversión total de 3,3 millones de euros. El coste se distribuirá en función del uso del edificio: el Ayuntamiento asumirá el 48 % del presupuesto y la Comunidad de Madrid el 52 %. El inmueble cuenta con una superficie total de 3.397 metros cuadrados.

Las obras, que comenzarán esta primavera y se prolongarán hasta el verano de 2026, incluyen el refuerzo estructural del edificio, la mejora de la accesibilidad y la seguridad en caso de incendios mediante la creación de dos nuevos núcleos de comunicación.

Además se recuperará el patio interior mediante la demolición de ciertos elementos, la ampliación de la planta superior para compensar la pérdida de espacio derivada de la intervención en el patio, la restauración de las fachadas protegidas y la renovación de las carpinterías exteriores con materiales de mayor eficiencia térmica y acústica.

Además, se llevará a cabo la restauración del zaguán de la planta baja y la escalera imperial que conecta la primera planta con la baja. También se procederá a la eliminación de todos los elementos interiores, como tabiques, falsos techos e instalaciones, dejando el edificio preparado para la posterior adecuación de los nuevos equipamientos.

Este proyecto cuenta con la aprobación de la Comisión Local de Patrimonio Histórico y representa un avance en la puesta en valor de un inmueble que estuvo ocupado entre 2017 y 2019, hasta su desalojo por el Gobierno municipal liderado por José Luis Martínez-Almeida.

Tras la recuperación del edificio, la Comunidad de Madrid solicitó la cesión parcial del inmueble para destinar 1.758 metros cuadrados a un centro de salud, mientras que el Ayuntamiento destinará los 1.638 metros cuadrados restantes a un espacio cultural. Para hacer viable esta distribución, el Consistorio otorgó a la Comunidad de Madrid una mutación demanial subjetiva sin transferencia de propiedad y adscribió el edificio al distrito de Centro.

Ambas administraciones analizaron las diferentes alternativas para ejecutar la intervención, teniendo en cuenta tanto los futuros usos del edificio como su grado de protección urbanística.

El estudio concluyó que no se trataba de una simple redistribución de espacios, sino que era imprescindible acometer una consolidación estructural, rehabilitar la envolvente del inmueble y ampliar su superficie para adecuarlo a los nuevos servicios que albergará.

Dado que la intervención requiere actuaciones complejas en la estructura y cimentación, los técnicos consideraron inviable realizarla por fases.

Además, el Ayuntamiento cuenta con un acuerdo marco para este tipo de obras, lo que llevó a la decisión de que fuese esta administración la que ejecutara los trabajos estructurales, garantizando mayor eficiencia y agilizando su puesta en uso.

Inicialmente, el decreto de mutación demanial establecía que cada administración ejecutaría su parte de la obra de manera independiente.

Sin embargo, tras evaluar los condicionantes técnicos, se concluyó que era necesario abordar de forma conjunta la consolidación estructural y financiarla en proporción al uso que cada administración hará del edificio.

Por este motivo, se han ajustado las condiciones de la mutación demanial para garantizar la seguridad jurídica y patrimonial del proceso.

Una vez finalizadas estas obras, el Ayuntamiento procederá a acondicionar el espacio cultural, mientras que la Comunidad de Madrid llevará a cabo las intervenciones necesarias para la puesta en marcha del centro de salud.