
Desfile del Dos de Mayo del Real Colegio de Artillería
El desfile del Dos de Mayo que precedió desde 1812 a la parada militar en Madrid
El Real Colegio de Artillería rinde homenaje a los héroes del levantamiento que dieron su vida por España
Este año Madrid se ha quedado sin su tradicional parada militar del Dos de Mayo por orden expresa de Pedro Sánchez. Este acto cívico-militar busca rememorar lo ocurrido aquel día de 1808, Madrid se convirtió en el escenario de una revuelta espontánea contra las tropas napoleónicas. Entre los muchos episodios heroicos de aquel día, destacó la resistencia en el cuartel de Monteleón, donde dos capitanes de artillería, Luis Daoíz y Pedro Velarde, decidieron hacer frente a los invasores con apenas un puñado de soldados y civiles. Su gesta se convirtió en un símbolo de la lucha por la independencia de España.
Más de dos siglos después, la memoria de estos oficiales sigue viva, especialmente en Segovia desde 1812, ciudad que alberga el Real Colegio de Artillería, la institución en la que ambos se formaron como militares. En reconocimiento a su valentía, cada año los cadetes de artillería desfilan formados hasta la Plaza de la Reina Victoria Eugenia, justo enfrente del Alcázar de Segovia, para rendirles homenaje.
Tras la muerte de Daoíz y Velarde, su recuerdo quedó grabado en la memoria colectiva del país. En 1809, la Regencia decretó que se erigiera un monumento en su honor y que, anualmente, los alumnos del Real Colegio de Artillería participaran en una ceremonia en la que se recordaran sus actos de heroísmo.
El lugar elegido para esta escultura no fue casual. «Se decidió que se les hiciera un monumento delante del Alcázar de Segovia, el lugar donde se formaron como artilleros», explica el coronel Emilio Montero.La obra fue encargada a un escultor segoviano y ocupa un lugar de gran carga simbólica. No solo está situada en el mismo punto donde Daoíz y Velarde iniciaron su carrera militar, sino que además se encuentra junto al Archivo General Militar, que conserva documentos clave sobre sus hojas de servicio y su paso por la Academia.
Desde hace más de dos siglos, la tradición establece que los alumnos desciendan en formación desde la Academia hasta la estatua de Daoíz y Velarde, donde se lleva a cabo una ceremonia con la participación de las principales autoridades militares y civiles.
El evento no solo consiste en un desfile. Como parte de la conmemoración, un profesor de la Academia de Artillería es elegido para impartir una lección sobre los acontecimientos del 2 de mayo de 1808 y las cualidades que definieron a los capitanes homenajeados. «Se trata de recordar sus cualidades y que sirvan de ejemplo de comportamiento para los artilleros de hoy», destaca Montero.

Desfile del Dos de Mayo del Real Colegio de Artillería
A lo largo de los años, este acto ha contado con la presencia de figuras de gran relevancia en el ámbito castrense e incluso de miembros de la Familia Real, reafirmando su importancia dentro de la tradición militar española. «Es un evento muy emotivo, que en algunos años ha contado incluso con la presencia de los Reyes de España», recuerda Montero.
«El homenaje a Daoíz y Velarde no es solo un acto protocolario, sino una manifestación del orgullo y los valores que han definido al cuerpo de Artillería desde su fundación«, señala el coronel a El Debate.
En este sentido, remarca que «en un entorno tan emblemático como el Alcázar de Segovia, este desfile simboliza el vínculo entre el pasado y el presente, recordando a las nuevas generaciones de militares el sacrificio de aquellos que dieron su vida por España».
Emilio Montero concluye diciendo que el Dos de Mayo «es un acto emblemático, muy bonito y espectacular, que forma parte de nuestra historia y que seguiremos conservando».