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Miguel Marinero posa con una de sus obras

Miguel Marinero posa con una de sus obras

El sábado hay conjunción planetaria en Llanes

El diseñador Miguel Marinero inaugura una exposición efímera con 60 obras extraídas del mar

El máximo lujo será asistir a una exposición efímera en Llanes que durará tres horas. Banksy hace sus grafitis sobre un muro de hormigón y desaparece y el diseñador Miguel Marinero expone 60 obras, que incluyen un bosque con árboles tallados, lijados y pintados con el color infinito de la naturaleza en una finca llanisca que es un sueño.

«Son colores de la mar y del monte del Cuera con todos los violetas, rojos, amarillos, verdes y azules del mundo. Es un homenaje a mis 45 años en el mundo de la moda».

Todo surge paseando por las playas en invierno «que es cuando disfruto de la playa y me siento libre porque en Llanes hay treinta playas con sus marejadas, vientos y rocas. Constantemente me iba encontrando con troncos de maderas livianas, con formas retorcidas y trabajadas por el mar que me llamaban la atención. Yo las cogía y las miraba porque me atraían pero no porque buscase en ellas figuras humanas o cualquier otra semejanza con la realidad. No, lo que me interesaba de esas piezas ha sido el concepto arquitectónico». Y si uno estudia un poco la obra textil de Miguel Marinero, sus trajes dedicados a Llanes, al fondo del mar o al Sahel, sí que se puede apreciar ese gusto por las formas y los materiales. Y qué material más exquisito que la madera trabajada por el mar. Así que Miguel Marinero las iba recogiendo y se las llevaba a casa donde seguía observándolas. «Las iba cogiendo y las fui trabajando poco a poco. Así he ido descubriendo un mundo diferente. Consultando en las droguerías antiguas, he encontrado materiales y utensilios nuevos. Mi mundo ahora es el color y por eso lo trabajo en las esculturas y las he enriquecido poniéndolas en un pedestal potente que parece acero».

Miguel Marinero posa con una de sus obras

Miguel Marinero posa con una de sus obras

Miguel Marinero hace dos años dejó su firma de moda en manos de sus hijos: Inés y Nicolás y se instaló en su casa de Llanes, donde es embajador honorífico. El mar y el monte del Cuera son ahora sus dos referencias y donde ha descubierto el pantone infinito del color. La montaña y el mar le han enseñado y ofrecido un mundo nuevo.

«Lo diferente es que, todo el mundo destaca el color de la madera. Yo, sin embargo, la pinto y le doy luz porque después de los inviernos oscuros quiero luz. Estoy disfrutándolo desde mi retiro del mundo de la moda, que está en manos de mis hijos. Ellos llevan muy bien la firma. Digamos que ahora soy el oráculo, me consultan pero no tomo las decisiones».

Como agradecimiento a la ciudad en la que vive, Marinero quiere aportar. Ya cuentan en la bocana del puerto con los cubos de la Memoria de Agustín Ibarrola, con una ruta de las numerosas películas que se han rodado en la villa y con el paseo de San Pedro. Dentro de unos días ese patrimonio se incrementará con una escultura de Miguel Marinero que el embajador de Llanes donará en agradecimiento al interés de la alcaldesa porque la exposición hubiera sido en la playa donde todo empezó y la ley de Costas lo ha impedido.

Y como no hay mal que por bien no venga, la elección del hotel CaeaClaveles no es baladí porque su dueña, Enma Fernández es artista y además el edificio es una belleza arquitectónica confundida entre la naturaleza. «Mi idea original era haberlo hecho en una playa, que es de donde saco mis materiales pero no ha sido posible».

Durante tres horas, este sábado 13 de agosto, se podrán ver las 60 esculturas, cotizadas entre los 400 y 2.500 euros, en una exposición efímera en la falda del monte del Cuera con el viento del norte refrescando la finca de una hectárea del hotel CaeaClaveles y disfrutando con las viandas de la estrella Michelín Ricardo Sotres del restaurante El Retiro. Ya aviso que la confluencia planetaria de Miguel Marinero, Enma Fernández y Ricardo Sotres será una ciclogénesis explosiva.

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