Malabrigo, así es el vino mágico de Ribera del Duero que ha elegido la familia de María Pombo para Navidad
Su hermana Lucía Pombo fue la encargada de llevar una botella de la bodega Cepa 21, a la celebración en la casa del pueblo de Adrados
El pueblo segoviano de Adrados forma parte indisociable de la historia de la familia de María Pombo. Con poco más de un centenar de habitantes, se encuentra a unos 150 kilómetros de Madrid, y fue el escenario de los veranos de la infancia de las hermanas. También ha sido, este 2024, el lugar elegido para celebrar la comida de Navidad.
Reunidos en torno a una gran mesa de madera, se puede ver a la familia degustando una raclette de carne y queso, con un vino de Ribera del Duero. Lucía Pombo y su marido Álvaro López Huerta fueron los encargados de llevar Malabrigo, de la bodega Cepa 21, situada en el pueblo de Castrillo de Duero, en Valladolid, y dirigida por José Moro.
Malabrigo es un tempranillo perfecto y balanceado, cálido y elegante que lleva la impronta de su creador y que ha sido elogiado en los certámenes y en las guías especializadas más prestigiosas. Procede de una de las parcelas más singulares de la bodega, de la que toma su nombre y su excepcional complejidad, ya que se caracteriza por un suelo arenoso-arcilloso y por las duras condiciones climatológicas del entorno, con grandes oscilaciones térmicas entre el día y la noche.
Lucía Pombo y su marido Álvaro visitaron la bodega de Cepa 21, el pasado octubre, y descubrieron cómo se creaban estos vinos. Desde la selección del terruño y la uva hasta un control pormenorizado de los procesos en viñedo y en bodega. Allí les recibió el gran anfitrión José Moro, dispuesto a mostrarles sus raíces, su pasión por el vino y todo lo que aprendió de su padre Emilio Moro.
A la comida de Navidad asistieron también los suegros de Lucía Pombo y se echó en falta a su hermana Marta, que pasó la Navidad con la familia de su marido, Luis Zamala. Tras la celebración en Adrados, los Pombo emprendieron el camino a Cantabria para pasar los últimos días del año en Casa Vaca, adonde también viajó Marta, con su marido y sus hijos.