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04 de julio de 2024

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Un licor especial porque está hecho a través de vino y macerado en botas que criaron vino

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Siete creaciones artísticas del Brandy de Jerez para el coctel perfecto

A lo largo de este final de junio se celebra en Madrid la Brandy de Jerez Cocktail Week para poner en valor este licor exclusivo y bastante desconocido

El brandy de Jerez es un producto muy particular y exclusivo por su elaboración dentro del mundo de los licores espirituosos, con profundas raíces en la región de Jerez de la Frontera, El Puerto de Santa María y San Lúcar de Barrameda. A pesar de que es un espirituoso y aquí siempre escribo sobre vinos, en el caso del Brandy es un licor especial porque está hecho a través de vino y macerado en botas que criaron vino.

En estos momentos, el brandy ha adquirido una dimensión de bebida para cócteles y combinados que no tenía hasta este momento. Desde el pasado día 20 de junio y hasta el día 30, Madrid se convierte en el epicentro de la mixología premium con la celebración de la Brandy de Jerez Cocktail Week. Aunque hay algunas elaboraciones más dirigidas a este mercado, por su elaboración y precios, aquí el consumidor también elegirá con que producto se realiza la mezcla, como con el vino con casera, el tinto de verano o el calimocho.

El Brandy es reconocido por su sabor refinado y su proceso de elaboración meticuloso, este elixir es una representación perfecta de la tradición y la excelencia con la que se elabora este producto dentro de lo que es su indicación geográfica. Al igual que en la zona se cuidan mucho la tradición de la elaboración del vino y todos los derivados del mosto en esta zona.

Lo que hace particular al Brandy de Jerez es su especial forma de elaboración, que comienza con alcoholes destilados en alambiques de variedades de uva como la Airén y la Palomino Fino. Un alcohol destilado que comienza a reposar a 65º. Destaco algunos de estos espirituosos.

La variedad Airén es típica de La Mancha y las grandes alcoholeras de Tomelloso, en el algunos casos propiedad de los mismos grupos de Jerez, elaboran sus licores vínicos con esta uva. En el caso de la elaboración con destilados de la Palomino Fino se reduce mucho la producción, ya que las hectáreas de esta variedad típica de la zona del Marco de Jerez son muy limitadas.

En las criaderas y soleras, el brandy se va trasladando de una barrica a otra a lo largo de un periodo de envejecimiento que puede extenderse durante años e incluso décadas. Durante este proceso, el licor adquiere complejidad y matices, absorbiendo los aromas y sabores de las barricas de roble, las conocidas botas de la zona, en las que reposa. Este intercambio constante de líquido entre diferentes añadas garantiza la uniformidad en la calidad y el carácter del brandy, manteniendo al mismo tiempo la riqueza histórica de las partidas más antiguas.

El grupo de bodegas Lustau elabora un brandy en la ciudad de Jerez con soleras de 20 años a partir del envejecimiento en botas que han tenido y producido vinos olorosos y Pedro Ximénez. Una producción muy limitada de unas 400 botellas al año para un licor de 43º en el que se aprecian los matices de frutos secos del olorosos y el efecto sedoso con algo de dulzor del PX.

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Aunque de forma habitual se elabora siempre sobre botas que ya han sido utilizadas para la elaboración de vino, en el caso de Rey Fernando de Castilla, su Solera Gran Reserva de 15 años, pasa los tres primeros en barricas de roble americano y los otros 12 en botas de oloroso y amontillado. Las primeras aportan más matices de vainillas y panadería. No obstante, no pierde el matiz secante del amontillado.

González Byass, grupo reconocido por su marca de prestigio internacional, Tío Pepe, elabora su brandy bajo la marca Lepanto. En su caso, afirman que la producción es al amparo de la variedad Palomino Fino. Su Lepanto PX pasa 12 años en botas de Fino y tres años en botas de Pedro Ximénez, de su exclusivo Noe VORS, lo que produce aportes de salinidad de la crianza biológica del Fino y un redondeo apreciable en su paladar por el PX.

Si algo caracteriza a este sector es la innovación constante. Sánchez-Romate elabora diferentes tipos de brandy de su marca estrella Cardenal Mendoza. Quizás entre las innovaciones más importantes está la elaboración de Nebulis, el primer brandy ahumado. Después de su crianza en las botas pasa una temporada en barricas, en este caso de 250 litros, son ahumadas con sarmientos de la viña durante todo un año. Un guiño a los matices ahumados de otros espirituosos.

No obstante, la historia es arrolladora, con un nombre tan icónico, Fundador es la primera propiedad que elabora brandy en España desde 1874. Fundador elabora sus soleras grandes reservas en tres diferentes botas, de 12 años en PX, de 15 en amontillado y de oloroso en 18 años. En su innovación y aportación a la llegada del brandy a los combinados trabaja con una elaboración con minucioso cuidado en botas de Jerez que han contenido una exclusiva selección de amontillados y olorosos.

Una de estas apuestas por el público joven llega también de una de las propiedades mas importantes de la zona, la del Grupo José Estévez. Una bodega que tiene 912 hectáreas de Palomino Fino, el 15% de la Denominación de Origen. Además de sus Alfonso X El Sabio y su Valdespino, en la nueva línea de llamada de atención del público más joven, elabora su marca Máximum. Es el primer brandy elaborado al 100% con destilado de Palomino Fino y con una crianza en botas de oloroso a lo largo de 6-7 años.

Ahora que tan de moda está el Palo Cortado, Gran Duque De Alba Oro es un brandy elaborado bajo una crianza en botas de este vino puesto de moda tras el documental de televisión de El Misterio del Palo Cortado. Este brandy tiene una producción muy limitada, de tan solo unas 500 botellas al año.

En definitiva, el Brandy de Jerez no es solo un licor de renombre quizás más conocido a nivel internacional, sino también un testimonio de la tradición fusionada con la innovación, del ingenio maridado con la dedicación de los maestros bodegueros de la región de Jerez. Su especial forma de elaboración a través de criaderas y soleras es un legado de siglos de tradición vinícola, que da como resultado un producto distinguido por su carácter y su inconfundible calidad.

Tiempo de Vinos (https://www.tiempodevinos.com)

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