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Foto de Shein

Decenas de personas hacen cola para acceder a una tienda temporal de Shein

La industria textil española tiembla ante la competencia de las plataformas chinas

Marcas como Shein invaden el mercado con unos descuentos súper competitivos que cada vez más «se ven con cierto recelo» por parte de las marcas españolas

Las plataformas electrónicas chinas de venta de ropa, complementos y artículos del hogar invaden el mercado con unos descuentos súper competitivos que cada vez más «se ven con cierto recelo» por parte de las marcas españolas. Así lo reconoce el presidente de la patronal de moda Acotex, Eduardo Zamácola, en una entrevista con EFE en plena temporada de compras navideñas, en la que asegura creer en la legalidad de ese bajo coste de las plataformas chinas, que carecen de tiendas físicas, aunque apunta que «no parece que compitan con las mismas herramientas que el resto de las marcas».

El directivo de la organización que engloba a las marcas textiles más importantes de España -entre ellas Inditex y Tendam- califica como «obvio» que tras un precio tan bajo se refleje «una calidad menor a la que estamos acostumbrados a ver y que supone invadir con este tipo de moda un mercado como el español». Añade que ese bajo precio se soporta gracias a «lo que se paga en la tienda al personal» y opina que el negocio genera «dudas sobre la viabilidad de la rentabilidad, por lo que se está pagando a sus trabajadores o lo que está subvencionando al Gobierno chino».

Para Acotex la clave para competir con estas plataformas ha de basarse en una combinación de servicios posventa personalizados con calidad y diseño. Este concepto de moda rápida, que viene del inglés fast fashion y similar al de comida rápida, consiste en un proceso de producción y consumo acelerados que, además, está liberado de todos los costes que suponen el mantenimiento de tiendas físicas.

«Se llamaba 'fast fashion' a lo que hacía Inditex y a lo que otras cadenas empezaban a realizar», asegura Zamácola, que considera que estos negocios en línea han evolucionado a un modelo ‘súper fast fashion’, lo que supone, a su juicio, «más rotación aún, a precios más bajos» además de «democratizar la moda».

La amenaza de Shein

El gran atractivo de Shein, que llegó a España en 2008, aunque su uso no se disparó hasta la pandemia, es la venta de miles de prendas nuevas al día a unos precios bajos, como consecuencia de sus reducidos costes de producción. Con el lema «compra como un multimillonario», Temu se instaló en España hace tan solo ocho meses y ya empieza a suponer una clara competencia para Shein.

A nivel mundial, la primera -nacida en 2022- acumula más de cien millones de descargas en la tienda de aplicaciones Google Play, mientras que la segunda supera los quinientos millones. Consultadas ambas por Efe, ninguna de las dos ha facilitado datos sobre el número de clientes en España o facturación. Según Fintonic, el gasto medio de los usuarios de Shein en esa plataforma rondó los 50 euros por cliente en el segundo trimestre de 2023.

Le siguió Miravia -lanzada hace un año por Alibaba para vender productos de gama un poco más elevada-, con 30 euros; la aún más reciente Temu, con 24 euros; y Aliexpress -también de Alibaba- con 19 euros.

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