Chanel se desprende de Virginie Viard, sucesora de Karl Lagerfeld

La casa de modas francesa de la rue Cambon no ha sorprendido a nadie anunciado, por fin, que su directora creativa, Virginie Viard, deja sus filas. La discípula y ayudante de taller de Karl Lagerfeld, que se vio por cosas del destino impulsada a la codiciada misión de sustituirle, nunca cuajó su faena, como diríamos en los toros.

Cuando Lagerfeld ya se encontraba grave, Chanel le pidió que saludase al final de sus desfiles junto a Virginie Viard, un modo de asegurar la transición en una persona desconocida para el público que había comenzado en los talleres de bordados de la casa. Pero ni las dos o tres veces que saludaron juntos ni los esfuerzos de los propietarios de Chanel por darle un barniz de creadora genial han conseguido que la Viard consolidase sus colecciones.

O bien copiaba totalmente las colecciones de Lagerfeld o bien replicaba las antiguas series de los archivos de la casa. Pero nunca hubo chispa, ni decisión, ni falta de miedo en sus propuestas. Y siendo Chanel en la costura lo que Château d´Yquem entre los Sauternes, esto es grave. No ha sido capaz Virginie Viard de poner en su eterna avanzadilla a la casa creada por Coco. Quizás por llevar 30 años entre sus talleres le ha faltado tomar la alternativa con valor y salir de la sombra del jefe muerto.

Con la muerte de Karl Lagerfeld en febrero del 2019 se apagó la luz de la casa de la rue Cambon, su rebeldía y su savoir faire irreverente. Y es que las rachas más brillantes de la marca, las que han sentado tendencia y revolucionado la moda las han liderado octogenarios como Coco Chanel y Lagerfeld en sus décadas finales. ¿Quién diría que en la tercera edad se puede ser más creativo que antes? Pues si, o al menos más valiente y experimentado. Hace poco, leí unas declaraciones de la ahora octogenaria Jane Fonda que explicaba como cuando tenía 30 años y se manifestaba por temas políticos era una auténtica vieja y en cambio ahora se sentía libre y valerosa, sin anclas ni bagaje que la ralentice de no ser por los achaques del chasis típicos de la edad.

Virginie Viard en su día supuso una sustitución suave y no traumática para el ya muy cansado Lagerfeld, que sabía que su ayudante de taller nunca le haría sombra sino que convertiría su figura en algo más grande aún, como así ha sido. Ella ha cumplido un papel poco agradecido durante cinco años de exigencias y tensiones, un lustro en el que se sabía que no iba a dar más de si.

La historia de Viard refleja lo que a menudo se puede denominar el «complejo de secretaria», por el cual las personas que apoyan a un directivo o un creativo con liderazgo acaban creyendo que al estar metidas en «el ajo» pueden sustituir a sus patrones sin problema. La última colección de Virginie para la maison francesa será la alta costura de otoño-invierno 2024/25 y se presentará el 25 de junio en la Ópera Garnier. Chanel no podía permanecer más en la mediocridad y en el descenso de sus ventas y notoriedad. El próximo episodio será deshojar la margarita de los posibles sucesores. Pero eso será otro día.