Taberna Pedraza, ejemplo de variedad y excelencia gastronómica

Hay un Madrid cosmopolita que vive entre el paseo de Recoletos, plaza de Colón y Paseo de la Castellana, que lucha en los últimos tiempos por abrirse camino en el mapa de la gastronomía madrileña. Los nuevos restaurantes, los hoteles que están recuperando su antiguo esplendor se unen a los que ya existían formando un conglomerado muy atractivo para madrileños y visitantes, que encuentran en cada uno de estos lugares casi de culto el sabor que están buscando en el corazón de Madrid.

La calle Recoletos, por ejemplo, inició su escalada hace algunos años y ahora mismo es un ejemplo de variedad y excelencia gastronómica refrendados ambos conceptos por todas las guías turísticas de esta gran ciudad. En la calle Recoletos puedes visitar la Taberna Bandido y vivir una experiencia típica de las tabernas de verdad.

En La cesta, si te apetece, encontrarás la auténtica cocina española. Si prefieres el más puro sabor marroquí, te recomiendo La Almounia, un clásico de toda la vida. Cuando quieras degustar marisco y pescado de calidad, vete al Barril de Recoletos, un remanso de estilo y de buen comer. Sin olvidar, por supuesto, otros lugares de la calle como La vaca y la huerta, de la que hablaremos muy pronto en esta sección, porque tiene casta y calidad para figurar entre las recomendaciones de Vete de mi parte.

Pero hoy, siguiendo con la calle Recoletos, queremos acercarnos a un lugar ya emblemático en la lista de las nuevas sorpresas gastronómicas de Madrid. Hace algunos años, Santiago Pedraza y Carmen Carro unieron sus fuerzas y fundaron la Taberna La Pedraza, un delicioso lugar donde comer es disfrutar a tope de una cocina bien hecha, de sabores auténticos y sin excentricidades. Allí nos fuimos mi pandilla de Los cabritos a zamparnos el que algunos consideraban el mejor cocido de Madrid.

Y debo decir que no nos defraudaron. El cocido es soberbio, profundamente madrileño, servido con todos los ingredientes que hacen de este plato el más determinante plato de Madrid. La carne, los garbanzos, la verdura, la sopa, todo lo que probamos tenía altura y calidad de manjar distinguido. Confirmamos que el cocido de Taberna Pedraza, al menos para nuestra pandilla, que los ha probado casi todos, es el mejor cocido de Madrid, y con diferencia respecto a todos los demás.

En el apetitoso mapa de los cocidos madrileños está el cocido de Malacatín, lo probamos en su día y ni fu ni fa; el de La Bola, un cocido muy apetecible, que está muy bien promocionado y que cumple su objetivo como lugar de culto de turistas ávidos de casticismo; seguimos con Casa Carola, uno de los grandes del cocido y que sigue ocupando un lugar destacado entre los favoritos de Madrid; el de Lhardy permanece desde hace años en la lista de los grandes y me gustaría destacar, entre los últimos que hemos saboreado, el de El botánico de Cristina Huete, en la calle Ruiz de Alarcón 27, frente al jardín Botánico, que nos sorprendió muy favorablemente. Hay muchos más, pero, por ahora, de todos los cocidos que hemos probado, el mejor es el de la Taberna Pedraza. Cuando prueben este Cocido de Carmen seguro que pensarán lo mismo que nosotros.