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La ciudad española más deseada por el turismo y que más locales abandonan
La turistificación de la localidad está provocando un éxodo masivo sin precedentes
Que España se ha convertido en uno de los lugares vacacionales por excelencia lo sabemos todos. Nacionales y extranjeros recorren la Península maravillados ante la belleza de los numerosos puntos de impresión que tiene, en una combinación de parajes naturales y culturales, buen tiempo y aún mejor gastronomía.
Sin embargo, que tu ciudad se convierta en uno de los destinos más visitados no solo tiene ventajas. Si no, que se lo digan a Cádiz. La ciudad andaluza se ha sumado a la lista de localidades en las que se complica compaginar un alto número de viajeros con el bienestar de sus vecinos. Es el cuarto destino más buscado de 2023 por los españoles en Airbnb y, a la vez, la capital de provincia española que más habitantes ha perdido este siglo.
Actualmente tiene empadronados 113.066 habitantes, 25.000 menos que en el año 2000 y 42.000 menos que en 1981. El problema preocupa tanto a los dirigentes de la ciudad que el Ayuntamiento ha encargado un estudio a Ibermad para conocer las causas y evitar a tiempo la fuga para que el número de empadronados no baje nunca de los 100.000 habitantes.
Según este mismo estudio, la migración está protagonizada por grupos de edad de 15 a 29 y de 30 a 44 años, que representan el 74,7 % de la pérdida poblacional por esta causa. «Cádiz se presenta como una ciudad a la que se aspira en el deseo, pero en la práctica expulsa a los ciudadanos de un nivel socioeconómico medio-bajo o que pretenden una mayor calidad y confort en sus viviendas», sentencia el Estudio sociodemográfico del municipio de Cádiz.
Los principales motivos para marcharse son el alto precio de la vivienda y unas condiciones laborales precarias. El 90 % de los encuestados manifestaron que era «muy difícil» encontrar un trabajo o acceder a un piso, y el 50 % no podría permitirse vivir sólo en Cádiz y un 30 % lo conseguiría, pero con muchas dificultades.
La mayoría señala, además, al turismo como un agravante de la situación. La turistificación de la localidad se traduce en pisos muy caros por el centro histórico que los locales no pueden asumir, además de la reducción de oferta por la gran cantidad de hoteles y pisos turísticos. Los encuestados señalan la proliferación de estos últimos, además de «la tendencia de muchos caseros a aprovecharse de las circunstancias y maximizar los beneficios». De hecho, Cádiz es la capital española que tiene la mayor tasa de VFT (viviendas con fines turísticos) sobre el conjunto total de pisos.
El precio del alquiler, en aumento desde 2014 y a punto de igualar los máximos de la burbuja (8,7 euros el metro cuadrado), tampoco ayuda. Muchos arrendamientos cuentan con cláusulas de temporada, lo que obliga a los inquilinos a abandonar el piso en los meses de verano, cuando se alquila a los turistas. Muchos gaditanos buscan refugio en las localidades más cercanas, aunque siguen haciendo vida en Cádiz capital. A ello se suman los oficios estacionales centrados principalmente en la hostelería.