Por qué los Reyes Magos les traen carbón a los niños malos
Hay varias teorías que explican que sus Majestades dejen este amargo regalo debajo del árbol
La noche más mágica del año acaba de pasar. Cada niño se levanta el seis de enero emocionado por lo que va a encontrar bajo el árbol. Pero, ¿qué pasa cuando uno no se ha portado tan bien como pensaba? Algo amargo y oscuro se convierte en el obsequio con el que son castigados.
Los Reyes Magos traen carbón a los niños malos, eso es algo que todos saben, pero ¿por qué han elegido este mineral, que calienta las chimeneas de todos los hogares cuando se quema? Cuenta la leyenda que el encargado de vigilar a todos los niños es el paje real Carbonilla, que luego les chiva a sus Majestades quién ha sido bueno y quién no y, por tanto, quien va a recibir un regalo y quien no.
Cuando alguien no se comporta como debería, es el paje Carbonilla quien va a su casa la noche del cinco al seis de enero a dejar el carbón debajo de su árbol, mientras los Reyes Magos se encargan de dejar los juguetes. Sin embargo, hay también quien afirma que la función de Carbonilla la hace en realidad Baltasar y que él es quien deja estos cuadrados negros.
Por otro lado, la historia del carbón se remonta al nacimiento mismo de Jesús. Otra teoría apunta que este mineral se deja a los malos como símbolo de las cenizas de los regalos originales que los Reyes Magos llevaron al Niño Dios, el oro, incienso y mirra, que fueron quemados.
No solo Melchor, Gaspar y Baltasar dejan carbón en las casas de los niños la noche en que reparten los regalos. Esta tradición la han cogido también Papá Noel o el Olentzero. Y ahora no solo dejan carbón del malo. Con un poco de suerte, si uno ha sido malo, pero no mucho, puede recibir carbón dulce.