¿Cómo puedo enseñar a mi hijo a ahorrar?
Es importante que desde pequeños los niños entiendan el valor del dinero. Por ello, se debe establecer una paga semanal para que aprendan a administrarlo
En la actualidad, el dinero y el ahorro se han convertido en nuestras máximas preocupaciones. Para nosotros controlar todos nuestros aspectos económicos lo tenemos a un clic, pero en muchas ocasiones para nuestros hijos esto se convierte en un tema prácticamente tabú.
Es importante que desde pequeños aprendan el valor del dinero, de dónde proviene, para qué sirve y lo difícil y costoso que es conseguirlo. Por ello, es importante educarles en una buena educación económica, para evitar situaciones como reproches o chantajes en el caso de que no se les compre lo que ellos desean.
Paga semanal
Para que los más pequeños aprendan el valor del dinero, deben tener la oportunidad de administrar su propio dinero. De esta forma, obteniendo una pequeña cantidad para sus gastos entenderán el valor y esfuerzo que hay detrás de cada moneda y billete.
Valorar sus gastos
Al ser pequeños no somos tan conscientes del valor del dinero y de lo que cuesta conseguirlo, motivo por el que somos más impulsivos a la hora de comprar cualquier cosa. Por ello, es imprescindible preguntarles los motivos que hay detrás de esa compra y ayudarles a entender qué tipo de cosas son necesarias y cuáles no.
Establecer un sistema de ahorro
Debemos establecer un ahorro mensual o trimestral para que el pequeño de la casa entienda la importancia del dinero y, sobre todo, el esfuerzo que le costará conseguir algo.
Hay enseñarles a tomar buenas decisiones y de manera inteligente de cara a conseguir en un futuro cosas que le hagan más ilusión, como una bicicleta o una videoconsola, por ejemplo.
No conceder caprichos
En ocasiones, muchos padres compran cada una de las cosas que les piden sus hijos, malacostumbrándoles. Por ello no se les debe conceder caprichos ni comprarles cada una de las cosas que nos pidan.
Dar ejemplo
Los niños aprenden lo que ven en casa. No podemos pretender que sean consecuentes con el dinero si nosotros lo acabamos despilfarrando. Por ello hay que explicarles en qué gastamos el dinero.