Claves para no llegar al divorcio después de las vacaciones: «Es un tiempo de esfuerzo y constancia»

Los datos no mienten: septiembre es la cuchilla de la guillotina que cae sobre el cuello del amor. El Consejo General del Poder Judicial constata que durante este mes se alcanza el pico más alto del número de divorcios que se firman cada año en España. Según su registro, en 2023, se solicitaron 22.647 disoluciones matrimoniales en el primer trimestre del año, 240608 en el segundo, 19.608 el tercero y 25.685 el último.

Entre las causas principales que las parejas aluden para poner fin a su relación están la falta de comunicación y la ausencia de compromiso. Así lo ha desvelado uno de los mayores estudios que se ha llevado a cabo en este ámbito y que fue publicado en 2023 en la revista norteamericana Couple and Family Psichology, editada por la Asociación Americana de Psicología. Detectaron otras razones, pero esta fue una de las tres que estuvieron presentes en más del 50 % de los divorcios. Las otras dos fueron la frecuencia de los conflictos y peleas en la pareja y las infidelidades.

Estos motivos no cambian con el verano, aunque algunos se intensifican, hasta el punto que llegado septiembre muchas parejas se ven ante el abismo del divorcio. Según el Instituto de Política Familiar, tras el periodo estival aumentan las rupturas porque en vacaciones aumenta con creces la convivencia de la pareja, que puede provocar más fricciones.

Desde Esplá psicólogos concretan que aunque es después de las vacaciones cuando suele plantearse poner fin a su matrimonio, durante todo el año se suele ir acumulando la insatisfacción. «Son tiempos difíciles de esfuerzo, de constancia y esperanza en los que es suficiente un poco de voluntad si se quiere solucionar el conflicto», explican.

Entre los consejos que proponen desde el centro para solucionar los conflictos de pareja para evitar los conflictos familiares durante las vacaciones, indican desde organizar las vacaciones, las tareas que va a tener cada uno, negociar siempre en los desacuerdos y reservar también un espacio de tiempo para pasar tiempo a solas.

Si nada de esto funciona y se contempla sacar la artillería pesada pasado el verano, puede que tan solo sea necesario un consejo de Gary Chapman, asesor matrimonial y autor de los cinco lenguajes del amor. Después de más de 25 años estudiando de cerca distintos matrimonios, el consejero de pareja ha vinculado el arte de conversar con la buena salud de una relación. A través de lo que denomina «conversaciones de calidad», que forman parte del lenguaje del amor del tiempo de calidad, Chapman anima a los esposos a «aprender a conversar» con el fin no solo de prevenir la ruptura, sino de ser más felices juntos.