La 'operación militar' para salvaguardar la imagen más buscada de la Reina Isabel II en silla de ruedas
La Reina recuerda la famosa imagen de su difunta hermana Margarita en silla de ruedas los meses previos a su muerte
A pocos les gusta mostrarse en la fragilidad pero si aún encima se trata de la Reina Isabel II menos. Acostumbrada a ser sinónimo de fuerza y coraje a sus 95 años, no está habituada a cierto debilitamiento de su salud, que, en los últimos tiempos, se ha resentido bastante con el coronavirus y algún que otro achaque por el que ha tenido que ser ingresada en el hospital. Ya en los últimos meses ha sido vista en algunos actos oficiales acompañada por un bastón y en febrero reconocía en una audiencia por primera vez sentirse frágil, algo normal en una mujer que ronda la centena.
Su agenda ha ido mermando también, siendo sustituida por su hijo el Príncipe Carlos o su nieto Guillermo de Inglaterra, signo de que cada vez está más cansada, aunque a ella le cueste reconocerlo. Próximamente, el 29 de marzo, no podrá faltar a un servicio conmemorativo por el aniversario de su esposo, el Duque de Edimburgo, a la que acudirán los miembros de varias Casas Reales. Y para que la Monarca pueda acudir están preparando una operación militar, como así recoge el Daily Mail. Quiere evitar, en la medida de lo posible, ser retratada por la prensa.
A la Reina le persigue la famosa imagen de su difunta hermana Margarita en silla de ruedas los meses previos a su muerte. Para ello está previsto que llegue en helicóptero, un viaje de 15 minutos de duración, al Palacio de Buckingham desde el Castillo de Windsor. Luego será llevada en un coche con los cristales tintados hasta la Abadía de Westminster para evitar los flashes. El patio que atravesará estará precintado con pantallas e, incluso, se dice que atravesará algunos metros por un túnel.
Otra opción que barajan es que se siente en la Abadía de Westminster la primera y no la última, como manda la tradición. Por nada del mundo se quiere perder este evento en memoria a su marido. Ya se perdió la semana pasada una importante cita para la Familia Real británica cuando celebraron el Día de la Commonwealth.
Quien sí se ausentará será el más díscolo de sus nietos, el príncipe Harry. Como admitió no se siente seguro en su país. Mantiene una contienda judicial para que se le permita costearse una seguridad privada cuando esté en Reino Unido, pues al no ser un miembro activo de la Casa ya no tiene protección. Muy a su pesar, se quedará en Los Ángeles, donde vive desde que dejó a La Firma, terminando las memorias que prepara sobre su familia.