Luis Medina se muestra muy molesto con la prensa en medio de la polémica

Luis Medina se ha convertido en el centro de la noticia desde que Anticorrupción le acusara junto a otro socio, de utilizar a un primo del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, para embolsarse seis millones de euros con la venta de mascarillas. La justicia señala que el hijo de Naty Abascal se aprovechó de «su condición de personaje conocido en la vida pública» para hacerse con un contacto de Hacienda, responsable de centralizar la compra de las codiciadas mascarillas. Y la cosa no quedó ahí, presuntamente Luis Medina se aprovechó también de «su amistad con un familiar del alcalde de Madrid», para realizar dicha operación. Almeida salió en defensa de su primo, alegando que la supuesta amistad era inexistente. «Mi familiar no conocía a Luis Medina, le contacta una amiga común. Él le da un correo electrónico y le indica que ese es el cauce oficial para realizar estas cosas», declaraba el presidente de Madrid.

Desde que salió a la luz esta información, Luis Medina se ha convertido en el objetivo de los periodistas. Hemos visto en varias ocasiones al hijo de Naty paseando a su perro con rostro serio. Luis no se había dirigido a los periodistas hasta ahora, que no ha soportado la presión mediática y no ha podido contener un «necesito que me dejéis», que ha dedicado a los medios allí presentes. Una frase que contrasta con su actitud, aparentemente tranquila, ante los periodistas que se agolpan en su casa día tras día desde que se conoce el supuesto fraude. «Me interesa el juicio penal, el mediático ya lo he perdido», reconoció ante los periodistas de ABC.

El negocio en pandemia abarca la compraventa de dos millones y medio de guantes, un millón de mascarillas y 250.000 test de antígenos. Según la Fiscalía, «un elevado porcentaje del precio ofertado» por los productos «correspondía a comisiones que los querellados iban a percibir». Se trata del 60% en las mascarillas; el 81% en los guantes, y casi el 71% en los test de antígenos. Además, el precio de las mascarillas se infló «artificialmente» hasta situarse un 148% por encima del precio real del producto. Con esta operación Luis Medina se embolsó, presuntamente, un millón de euros que utilizó para comprar un yate modelo Eagle 44 por un valor de 325.000.

Por el momento, el juez ha embargado de forma preventiva los bienes de Medina, como medida cautelar para que las autoridades puedan garantizar que la deuda se saldará. Entre los bienes embargados se encuentra el yate adquirido por una de las operaciones. Su socio compró coches de alta gama, relojes de la firma Rolex, y una vivienda de lujo en Pozuelo con tres plazas de garaje. Naty Abascal prefiere guardar silencio ante el escándalo de su hijo, aunque no hace falta que se pronuncie para saber que la situación en la que se encuentra Luis no es del agrado de la estilista. Por su parte, Luis se pronunció brevemente cuando todo estalló. «Cobre un millón, pero no es ilegal», revelaba tras conocerse su imputación. La justicia se ha puesto manos a la obra, y habrá que esperar para conocer el resultado de este mediático caso.