Dos años sin Aless Lequio: así ha cambiado la vida de Ana Obregón

El 13 de mayo de 2020 Ana Obregón el peor día de su vida. Su hijo, Aless Lequio, fruto de su relación con Alessandro Lequio, falleció a los 27 años de edad y a causa de un delicado cáncer contra el que estuvo luchando desde marzo de 2018. Este viernes se cumplen dos años de aquel fatídico suceso, a raíz del cual la bióloga se adentró en un costoso duelo que ha querido vivir en la más estricta intimidad.

Su vida pegó un cambio radical desde el momento en el que a Aless le detectaron la delicada enfermedad, pasando de ser una de las celebrities más cotizadas del panorama nacional en cuya agenda era difícil encontrar un hueco libre, a dejar el trabajo en un segundo plano y centrarse en lo verdaderamente importante para ella, la salud de su hijo. Cuando este falleció, pasó a afrontar la triste pérdida alejada, por completo, del foco mediático.

Tras una larga temporada en la sombra tratando de recomponerse de este difícil momento, la actriz y presentadora reapareció siete meses después para presentar las campanadas de fin de año. Un hito que hizo historia en la televisión por las ganas que su público tenía de verla frente a las cámaras. Y es que, tal y como ella misma confesó, había sido precisamente su hijo quien le había dado todas las fuerzas para aceptar la propuesta y hacer de esa noche algo mágico y especial. Muy emocionada, la presentadora cumplió con su cometido, teniendo muy presente al joven Lequio: «Sé que tengo fuerzas para seguir», aseguró sin poder contener las lágrimas.

Al parecer, ese regreso a la pequeña pantalla fue el punto de inflexión hacia una nueva etapa en la que el objetivo final era crecer y seguir su camino de la mejor de las maneras, a pesar de no tener muchas ganas de hacerlo, ya que varios meses después la actriz volvió a sufrir otro fuerte golpe con la muerte de su madre.

Aun así, tras un nuevo alto en el camino en el que vio como el mundo se le echaba encima nuevamente, Ana decidió seguir adelante paulatinamente. Tras las Campanadas, vinieron varias entregas de premios y diferentes proyectos televisivos. Además de ejercer de investigadora en Mask Singer: adivina quién canta, Obregón concedió, hace escasos meses, una sincera entrevista a Bertín Osborne para el programa Mi casa es la tuya, en la que se abrió en canal desvelando todos los detalles del duro proceso que ha vivido desde que a su hijo le diagnosticaron cáncer.

Ahora, se sabe que la bióloga va a participar como jurado en la próxima edición de Mask Singer y que está inmersa en el que tal vez sea su proyecto más especial, un biopic sobre su vida que va a interpretar ella misma. También acaba de presentar una campaña publicitaria que ha protagonizado de la mano de otros rostros conocidos, prueba inequívoca de que Ana ha encontrado en el trabajo la manera perfecta de mantener la cabeza distraída y ocupada. Este parece haberse convertido en su mejor refugio.

En estos dos años, Ana Obregón ha ido reconduciendo su vida poco a poco con el recuerdo de su hijo y de su madre muy presente, y con su propósito de seguir luchando por mantener el legado de su vástago a través de la fundación que lleva su nombre, y que él mismo puso en marcha justo antes de fallecer. No obstante, la bióloga siempre ha estado ligada a la pequeña pantalla y, aunque no son muchos los proyectos que ha liderado desde entonces, sí es cierto que, poco a poco, se la va viendo más. Una progresiva vuelta al, trabajo que cada vez alberga más compromisos, cada cual más reconfortante.

Eso sí, en todo este proceso Ana no ha estado sola. La actriz ha contado con el apoyo incondicional de sus hermanos, de su padre y de sus íntimos amigos, Susanna Uribarri y Raúl Castillo, al que ella llama cariñosamente Ra. Es ahora cuando la bióloga visualiza un camino de lo más alentador en el que, poco a poco, ha ido recuperando la ilusión y la motivación tanto a nivel profesional como personal. Su gran motivo para seguir sonriendo no es otro que su progenitor, con quien se siente orgullosa y afortunada de poder seguir compartiendo tiempo juntos.