Francisco Rivera carga contra Isabel Pantoja: «He llorado mucho por su culpa»

Francisco Rivera ha roto su silencio. Lo ha hecho de forma repentina y cargando duramente contra Isabel Pantoja y también contra su hermano, Kiko Rivera. Cansado de todo lo acontecido en los últimos tiempos, el hijo Paquirri ha tirado la toalla y se ha atrevido a revelar, de una vez por todas, todo lo que piensa de su hermano y de la madre de este, con quien lleva enfrentado desde el fallecimiento de su progenitor.

El maestro ha decidido dar carpetazo definitivo a una historia amarga cuyo inicio se sitúa en el momento en el que la tonadillera se negó a darle a Francisco y a Cayetano la herencia del icónico torero y que hoy, según Francisco, escribe su final después de escuchar las últimas y demoledoras declaraciones del dj en televisión.

Su relación con él nunca ha llegado a ser excepcional, pero lo cierto es que cuando Kiko empezó a desenmascarar a su madre en un plató de televisión haciendo públicos todos los engaños que había sufrido por parte de esta, los hermanos Rivera propiciaron un acercamiento con el marido de Irene Rosales que finalmente no ha logrado llegar a buen puerto.

Ha sido precisamente en una entrevista concedida a la revista ¡Hola! donde Francisco Rivera ha explicado cómo se siente y donde ha confesado sus intenciones de pasar página de manera definitiva: «Quiero zanjar este tema. Tengo mucha pena y rencor y me gustaría aparcar este tema del que tanto hemos hablado y que no tiene solución», ha expresado sin pasar por alto la oportunidad de lanzarle un nuevo dardo a la viuda de su padre: «En treinta y siete años que hace que murió mi padre, esta señora, Isabel Pantoja, no ha tenido un atisbo de bondad», ha añadido.

La herencia de Paquirri

Tras reiterar que el origen de este enfrentamiento está en el momento de la repartición de la herencia de su padre, en cuyo testamento había, según Francisco, «muchos abusos e irregularidades», el diestro ha narrado lo que realmente sucedió cuando le pidió las cosas de su padre a la folclórica: «Le dije: ‘Isabel, ya tengo mi vida organizada, tengo mi finca y ya puedo tener las cosas de mi padre en un sitio adecuado para que se conserven bien, así que, por favor, a ver si las puedo recoger’. Me contestó que por supuesto, cuando quisiera. Pero a los días, llamé a mi hermano Kiko para que le dijera a su madre que nos dijera un día de esa semana que le viniera bien para pasarnos a por las cosas de nuestro padre. Al rato, Kiko me llamó de vuelta y me dijo que su madre le había dicho que allí no teníamos que ir a recoger nada», ha afirmado dejando entrever su dolor.

Él entiende perfectamente que existan rencillas entre él y Kiko Rivera a causa del enfrentamiento que él y Cayetano mantienen con Isabel Pantoja, y llega a comprender que todas sus palabras sobre la tonadillera le hagan daño. Es más, Francisco reconoce que el dj le da pena al pensar «que su vida no ha sido fácil», pero también considera que ha sobrepasado ciertos límites que le impiden perdonarle: «Kiko ha dicho muchas cosas de mí, no es la primera vez que me deja a la altura de los cascos de los caballos», confiesa.

Carmina Ordóñez

El maestro también ha aprovechado la entrevista para amonestar a su hermano Kiko por decir que su madre, Carmina Ordóñez, tampoco era ejemplo de nada, y para aclarar que ella e Isabel son personas incomparables: «Mi madre no le ha hecho daño a Kiko jamás. Cuando quiera Kiko, nos sentamos a hablar de madres y le cuento lo que yo he tenido por madre. A su manera, mi madre ha luchado por sus hijos, se ha sacrificado por ellos, siempre que la he necesitado ha estado la primera, ha dado la cara por mí, y, además, ha hecho todo eso disfrutando de una vida plena. No recuerdo que mi madre haya ido a ningún plató a poner verde a nadie. Ella ha ido mil veces, pero siempre a hablar de su vida y sus cosas. ¿Y de verdad Kiko va a señalar a mi madre?», dice sobre el tema.

Francisco ya no puede más. Lo único que quiere es pasar página y él mismo piensa que esta entrevista es una buena manera de hacerlo: «Todos tenemos un límite de perdones y oportunidades… y el mío y ha llegado. Esto ya no va de perdonar. Han sido ya muchas veces y llega un momento en el que no es cuestión de perdonar, sino de que hay cosas que no pueden ser. Creo que no tenemos nada que hablar. Lo que yo quiero decirles hoy es que se acabó. Tengo mucho dolor en el corazón y cuando el dolor es continuado, te lleva al rencor», ha concluido.