Mick Jagger, Ron Wood y Keith Richards, en el aeropuerto de Barajas
Escalopes, flamenco y una generosa propina: el plan secreto de los Rolling Stones en Madrid
La banda británica se aloja con sus familias en las suites de la azotea del hotel Villa Magna, en el paseo de la Castellana
Las inmediaciones del hotel Villa Magna, en el paseo de la Castellana, amanecen durante los últimos cinco días, con más de un fotógrafo merodeando, a la caza de sus Satánicas Majestades. No está resultando tarea fácil inmortalizar a los octogenarios Rolling Stones en Madrid. Desde que aterrizaron el pasado jueves en Barajas en su avión privado, junto a sus familias, todos los medios quieren saber dónde duermen, qué comen o dónde ensayan hasta que mañana, por fin, se suban al escenario del Metropolitano, para arrancar su gira Sixty.
La banda ha alquilado las mejores suites en el ático del hotel Rosewood Villa Magna, completamente renovado tras su reapertura el pasado noviembre. Dormir en una de estas Signature Suites cuesta unos 22.000 euros la noche. Dispone de 130 metros, cuenta con dos dormitorios completos, un espacioso salón, tres baños con bañera y ducha.
Ronnie Wood viajó a Madrid junto a su mujer Sally, 33 años más joven, y sus hijas gemelas Gracie y Alice, quienes ayer celebraron su sexto cumpleaños. En su cuenta de Instagram compartió algunas imágenes de la fiesta infantil que montaron en el hotel.
Ronnie Wood y su mujer Sally Humphreys, con sus gemelas Gracie Jane and Alice Rose
Por ahora, el que más se ha dejado ver ha sido el mítico guitarrista, quien recorrió el Parque del Retiro, saludando con amabilidad a la prensa que le fotografiaba. Optó por un look cómodo, con un pantalón de chándal verde y una camiseta blanca. Desde la cuenta de Instagram de la banda, compartieron una imagen de la estatua del Ángel Caído con un guiño a su extensa discografía: Sympathy for the Devil in Madrid. Por la tarde, Wood fue retratado de nuevo abandonando el hotel Villa Magna.
Ronnie Wood, a la salida del Villa Magna
Mick Jagger almorzó ayer en Las Tortillas de Gabino, una joven cocina tradicional situada en el corazón del distrito de Chamberí, propiedad del grupo La Ancha, que capitanea Nino Redruello. No había reservado, sino que un chico se interesó por si había sitio libre para recibir a «alguien importante», según adelantó Espejo Público. Jagger dejó una propina de 200 euros y una púa de su guitarra. Los comensales compartieron espárragos, judías verdes y el famoso escalope tipo Armando. Mick tomó además una lubina y solicitó que le cambiasen la guarnición habitual por verduras.
Desde la promotora de sus conciertos anunciaron que visitarían el museo del Prado y el Thyssen. Además, ayer por la noche disfrutaron de una noche de juerga flamenca en el restaurante de Paco Roncero, en el centro de Madrid. La banda estuvo en el local hasta casi la medianoche, aunque llegó por separado. Ronnie Wood y Keith Richards acudieron con sus esposas, mientras que Jagger apareció solo y huyendo de las cámaras.
Mick Jagger es un gran apasionado del flamenco y atesora en su casa varias guitarras españolas y discos de artistas como José Mercé y Camarón de la Isla. Antes de viajar España, pidió que le montaran una fiesta flamenca y los organizadores han cumplido su palabra.
