El único accesorio que la Reina Camila repite en cada aparición pública

Parece que los años no pasan por la Reina Camila. Este 17 de julio, la mujer de Carlos III está de celebración por sus 76 años, una nueva vuelta al sol en la que su vida ha dado un giro de 180 grados. Nunca se imaginó que a su edad ostentaría el título de Reina Consorte, y mucho menos después de haberse visto envuelta en un triángulo amoroso junto a Lady Di en el que no salió bien parada a nivel mediático.

A día de hoy, y por deseo expreso de Isabel II en su Jubileo de Platino, Camilla Parker-Bowles es la máxima representación de la Corona británica junto a su marido. Algo que se hizo efectivo durante la Coronación celebrada el pasado 6 de mayo en la Abadía de Westminster. El tiempo ha pasado y las cosas han cambiado, pero el físico de la Reina sigue prácticamente igual. 76 años que no han hecho mella en su aspecto.

Si bien es cierto que las arrugas por el paso del tiempo son más notables en su rostro, Camila de Cornualles siempre ha evitado pasar por el bisturí. Pero si hay algo que no ha cambiado en absoluto, eso ha sido su peinado. Desde que su nombre –y su imagen– saltaran a la prensa internacional, la Reina Camila ha lucido un corte shag, con muchas capas, flequillo cortina y puntas hacia atrás. Ya no queda nada de ese pelo con mechas y encrespado, propio de la tendencia capilar de los años 90, pero la esencia sigue siendo la misma. A día de hoy, la mujer de Carlos III no ha cambiado su corte, simplemente se ha limitado a modernizarlo con más movimiento, un aspecto más pulido y color blanco propio de palacio.

En cuanto a su rostro, la rebelde Camila que se negaba a someterse al vicio del maquillaje, ha tenido que ir modificando su imagen conforme se acercaba al trono. Ahora, aunque de forma sutil, la Reina Consorte siempre luce una piel brillante, cargada de vitalidad y con un make up estratégico que resalta sus ojos.

Pero, si algo ha cambiado por completo en su vida, eso ha sido su estilo. Siempre acorde a las tendencias del momento, no queda nada ya del oversize, los looks informales y el sport-chic. Desde hace unos años, con motivo de su posición en el Palacio de Buckingham, Camila Parker-Bowles se ha decantado por una imagen más regia y majestuosa, abandonando la sobriedad para apostar por los colores y los estampados que la han situado ya entre las royals europeas más elegantes.

Y, como buena heredera de Isabel II, más allá de las piezas más preciadas del joyero real, Camila de Cornualles ha conseguido caracterizarse por un accesorio con el que elevar sus looks: los pañuelos. Su pasión por esta prenda es tan grande que ha conseguido formar una colección a la altura de los sombreros de la fallecida monarca. Solo queda esperar para ver si consigue igualarse a la soberana más longeva de la historia en cuanto a funciones se refiere, ganándose el cariño de la población británica como Isabel II hizo durante más de 70 años en el trono.