El primer miembro de raza negra en la Casa Real noruega

No todos los cuentos acaban con final feliz. El de Marta Luisa de Noruega y el controvertido Ari Behn se cerró en tragedia. La única hija de los Reyes Harald y Sonia se enamoró por perdido del que a la postre sería padre de sus dos hijas, Leah y Maud. Estuvieron juntos más de 15 años, hasta que se separaron en 2016. Tres años después, un día de Navidad, su exmarido decidió quitarse la vida. Un duro mazazo para la Princesa. Pero si algo ofrece la vida son segundas oportunidades.

Su malogrado romance con el escritor y la inesperada muerte de éste fue el drama que precedía a otro cuento, pero está vez de epílogo dulce. El otro protagonista era Durek Verrett, el gurú espiritual de famosas como Gwyneth Paltrow. Una hija de Reyes enamorada de un chamán norteamericano.

Era una nueva muestra de los romances atípicos y algo extravagantes de los que Marta Luisa siempre ha disfrutado. A fin de cuentas, ella creció en una estirpe real mucho más libre que antaño, en la que príncipes y princesas se mezclaban en fiestas sin la obligación de tener que casarse entre sí. Demostró que ella no seguía los patrones convencionales de la realeza al estudiar Fisioterapia, dedicarse al mundo ecuestre y recurrir habitualmente a la espiritualidad y a la autoayuda.

Su romance eclosionó durante la primavera de 2019 después de ser presentados por una amiga en común que, en su papel de perfecta celestina, se empeñó en que Marta Luisa y Durek estaban hechos el uno para el otro. Se enamoraron perdidamente y con solo mirarse a los ojos supieron que querían estar juntos para siempre. En otras palabras, un flechazo.

Pero la vida les tenía preparados un tortuoso camino plagado de escollos. Quizá el más duro de salvar fue el del escrutinio público al que fueron sometidos. Marta Luisa de Noruega sacó la cara por su novio y denunció una campaña de racismo en su contra: «Ser la novia de Durek me ha dado un curso intensivo de cómo actúa la supremacía blanca y la forma en la que he pensado y actuado consciente e inconscientemente hacia las personas negras. Cómo siempre he dado por sentados mis derechos: nunca analicé correctamente qué es en realidad el racismo, porque me ha resultado muy cómodo estar dentro del sistema. No estoy orgullosa de ello, pero me doy cuenta de que necesito comprender este sistema profundamente arraigado para poder desmantelarlo. Yo, como persona blanca, necesito crecer, educarme y mejorar, y pasar de esta en contra del racismo a ser directamente antirracista», escribió la hermana de Haakon de Noruega en sus redes. Para blindarse, contrataron un equipo legal que frenara esta corriente de odio.

Las terapias alternativas unieron los caminos de esta pareja que por momentos salvó otro hándicap, la distancia. El chamán daba clases y tenía su escuela en Los Ángeles, pero también escribía libros sobre su especialidad y ella residía en Noruega al cuidado de sus dos hijas.

Pronto empezaron los choques de culturas y no precisamente entre ellos. En ciertos sectores de Noruega no se veía con buenos ojos que Marta Luisa usara su título de alteza real para promocionar los negocios o libros de su novio. El Rey Harald intervino con el fin de apagar este incendio y decidió, en noviembre de 2022, apartar a su hija de la Casa Real.

Ahora, la noticia es que ambos se casarán próximo el 31 de agosto de 2024 en el histórico Hotel Union de Geiranger, un espectacular fiordo al oeste de Noruega declarado patrimonio de la Humanidad. Han sido ellos los encargados de anunciarlo, poniendo el broche de oro a una travesía nada sencilla. Ya saben, el amor siempre gana. O eso se dice.