La dolencia que obliga a la Reina Letizia a llevar mocasines

El mundo entero está pendiente de sus looks. Pero desde que se dio a conocer, el pasado año, que la Reina Letizia fue diagnosticada de un neuroma de Morton, el foco de atención está en el calzado que utiliza en sus actos oficiales. Conocido como síndrome del stiletto, porque suele aparecer debido al uso de calzado ajustado o de tacón alto, es una afección que afecta los nervios en los pies, específicamente en la zona entre los dedos del pie.

Se produce cuando hay un engrosamiento del tejido alrededor de un nervio, generalmente entre el tercer y cuarto dedo del pie. Los síntomas comunes incluyen dolor o sensación de ardor en la parte frontal del pie, especialmente entre los tercer y cuarto dedos. También puede haber entumecimiento o sensación de hormigueo en los dedos afectados. Los síntomas tienden a empeorar con la actividad física, como caminar o estar de pie durante períodos prolongados.

Uno de los tratamientos pasa por cambiar el tipo de calzado, utilizar almohadillas para el apoyo del arco, y tomar medicación si fuera necesario. En casos más graves, se puede considerar la terapia física o, en situaciones persistentes, la intervención quirúrgica.

De momento, la Reina Letizia, siempre que puede, aprovecha para bajarse de los tacones y apostar por zapatos platos ya sean de tipo mocasín, o un calzado con tacón cuadrado o sensato, también es amiga de las alpargatas -sus favoritas cuando llegan los meses de calor- o los modelos destalonados con tacón bajo. Lo ideal para ella sería apostar por un calzado que respete el ancho natural del pie y con un tacón que no sobrepase los 3-4 cm de altura.

Tacón cuadrado

Un ejemplo de cómo, poco a poco, la esposa de Felipe VI ha ido dejando atrás los tacones de aguja es el caso de los mocasines, que elevan su look sin renunciar a la comodidad. De hecho, ha sido el calzado elegido para presidir el Día Internacional de Internet Segura. Se trata de un zapato con un poquito de altura y con un tacón ancho y cuadrado.

En los últimos años, Letizia ha hecho de los zapatos de tacón sensato su mejor aliado. Y es que, aunque adora el zapato plano, para sus eventos más formales prefiere los salones de tacón destalonados. Eso sí, últimamente recurre mucho a un modelo en concreto, de piel; con la puntera afilada, un y un tacón bajo. Los tiene en tres colores: negros, burdeos y nude, y los lleva para verse estilizada pero sin sufrir dolor en los pies.

Y cuando llega el verano, la Reina saca las cuñas. Es, sin duda alguna, su zapato por excelencia. Sus preferidas son las alpargatas de esparto, pero en varias ocasiones también sacaba del armario los diseños sin nada de plataforma que para su dolencia le funcionan fenomenal.