La habitación de hotel por la que se pelearon Madonna y Mariah Carey en Ibiza
Las dos divas del pop se alojaron en varias ocasiones en la Torre del Canónigo, en el casco histórico de la isla
En lo más alto de Dalt Vila, núcleo histórico de Ibiza y Patrimonio Mundial de la Unesco, sobresalen tres edificios que fueron construidos en el siglo XVI y hoy albergan un coqueto hotel; La Torre del Canónigo. Muros, pasadizos secretos y torres de vigilancia con miles de historias de corsarios y batallas detrás. Tanto su ubicación, con unas vistas excelentes al puerto, como la conjunción entre minimalismo y renacimiento, con la decoración a cargo de Lázaro Rosa Violán, han atraído a muchos rostros conocidos.
La Torre del Canónigo, parte del grupo hotelero Badeblés, abrió sus puertas en el 2011, con un total de 24 habitaciones y suites, por las que han pasado rostros muy conocidos. «En nuestras suites se han alojado todo tipo de estrellas internaciones. De hecho, un verano, hubo un conflicto porque Madonna y Mariah Carey querían alojarse en la misma habitación en las mismas fechas. Tuvimos que dársela a una y la otra nunca más volvió al hotel», relata David Salgado, director general de Badeblés hoteles, a El Debate. Prefiere no entrar en detalles y no desvelar quién es la que nunca regresó. Comenta también que Paris Hilton, asidua la isla, se ha quedado en varias ocasiones en el hotel.
Quizá una de las peculiaridades más llamativas de Torre del Canónigo es que las habitaciones se distribuyen en tres edificios; por un lado la Casa Puget, una construcción del siglo XVI que era originalmente un Convento Jesuita y del que aún se conservan capilla y un jardín de olivos. El espacio actualmente también dispone de una piscina y solarium. Por otro, la Torre, una construcción vigía construida sobre las antiguas murallas medievales en el siglo X y con vistas al puerto de Ibiza. En la planta de abajo se encuentra una discoteca clandestina, decorada con terciopelo y cortinas bermellón, reservada para fiesta privadas. «Lo que pasa en Ibiza se queda en Ibiza», bromea Salgado.
Por último, el Corsario, que da nombre a su ya mítico restaurante en la isla, que también data de la misma época que la torre del hotel y en su momento fue refugio de piratas y corsarios, convirtiéndose en punto de encuentro de artistas y visitantes internacionales durante la época más hippie de la isla.
Jean-Paul Gautier, Pink Floyd, Grace Kelly o Salvador Dalí se alojaron en el mítico Corsario, un punto de encuentro que desde los 70 reunió a lo más granado de los intelectuales y artistas que tenían predilección por recalar en la pitiusa. En la terraza del restaurante se grabó el videoclip More, de Pink Floyd, marco de conversaciones entre Dalí y sus contemporáneos e inspiración para algunas de las creaciones de Gaultier en los 90.
Al frente del restaurante Corsario está el chef ejecutivo LivánValdés que une la calidad del producto local con un concepto de vanguardia fruto de su previo paso por Londres y Madrid.
El hotel está rodeado de tiendas y restaurantes. Uno también se puede entregar a la historia ibicenca en el Museu Puget del casco antiguo, la necrópolis de Puig des Molins y la catedral de la Virgen de las Nieves, o cambiar el rumbo hacia una dirección más moderna en el Museu d’art Contemporani d’Eivissa.
Y para los que prefieran escaparse a tomar una caldereta de bogavante a Formentera, la Torre del Canónigo dispone además de un yate. Se trata de un Pershing que vuela a 50 nudos y en tan sólo 25 minutos te lleva a la isla. Se puede reservar por 3.000 euros al día.