Así ha sido la vida de 'El Yoyas' como fugitivo hasta su detención

Su verdadero nombre es Carlos Navarro, pero muchos le conocen como El Yoyas debido a una frase que pronunció durante el concurso que le lanzó a la fama. Se hizo popular gracias a su estancia en la segunda edición de Gran Hermano, proyecto que se emitió en Telecinco en 2001. Coincidió con otros rostros tan conocidos como Marta López, aunque hubo una mujer que marcó su vida para siempre: Fayna Bethencourt, quien terminó convirtiéndose en la madre de sus hijos.

Carlos 'El Yoyas' fue condenado a 5 años y 8 meses de prisión por maltratar a su pareja, pero ha estado un año y siete meses desaparecido, así que no ha cumplido su castigo hasta ahora. La Policía Nacional, en concreto la sección de Localización de Fugitivos, le ha encontrado en Anoia (Barcelona), por eso hay tanta gente hablando de él, pero ¿cómo ha sido su vida antes de llegar a este punto?

Carlos entró en Gran Hermano 2 y desde el primer momento demostró que tenía mucho carácter, de hecho pronunció un comentario que le hizo ganarse su famoso apodo: «A ver, si en la calle me habla como me ha hablado hoy aquí, le pego dos yoyas». Tuvo una discusión, después otra y más tarde otra, así hasta que la organización decidió expulsarle por su mala conducta.

Fuera del concurso, 'El Yoyas' formalizó su relación con Fayna, contrajeron matrimonio y formaron una familia. En 2014 dieron una entrevista en el programa ¡Qué tiempo tan feliz! y la canaria declaró: «Es el amor de mi vida. Discutimos y luego nos reconciliamos, pero como todos los matrimonios. Nos queremos».

Su carrera en televisión

La última foto que Fayna y Carlos publicaron en las redes sociales data de 2015. En aquel momento a muchos les llamó la atención el cambio físico de 'el Yoyas', quien llevaba un tiempo sin aparecer en la pequeña pantalla. Bethencourt optó por retirarse de los medios y centrarse en su carrera de escritora, pero el padre de sus hijos sí quería trabajar en televisión. De hecho fue uno de los colaboradores estrellas de Crónicas Marcianas, el famosos espacio presentado por Javier Sardá.

Su popularidad le abrió las puertas de muchos programas y llegó a participar en algunos proyectos tan conocidos como Salvados o Cazamariposas. Es más, probó suerte en la radio de la mano de Frank Blanco en Anda Ya.

Su experiencia en la política

Aprovechando su tirón mediático, Carlos Navarro abrió un local en Barcelona llamado La Taberna del Yoyas. En aquella época todavía seguía con Fayna, de quien se separó de forma definitiva a mediados de 2017. Con el paso del tiempo se fue alejando de los medios y probó suerte en otras facetas, por eso intentó se metió de lleno en el mundo de la política.

El exconcursante de GH se asoció a algunos partidos como Ciudadanos o DECIDE (Derecho, Ciudadanía y Democracia) y cuando se sintió preparado intentó ocupar la alcaldía de Vilanova del Camí, un municipio situado en la comarca de Anoia.

La masía de la detención de Carlos Navarro se encuentra en la localidad Torre de Clamunt, a una hora y cuarto de la ciudad de Barcelona. El fugitivo no salía al patio porque disponía de todas las facilidades dentro de la propiedad, tal y como ha apuntado Mayka Navarro en El programa de Ana Rosa. La periodista asegura que la casa es la segunda vivienda de sus padres y que eran estos los que se desplazaban para proporcionarle la comida necesaria y objetos básicos para subsistir, permaneciendo durante horas junto a él. Además, también se habría recibido «abultados pedidos» del supermercado Mercadona.

Al ser descubierto por la policía, Navarro no opuso resistencia. «Si hubierais llamado a la puerta, os habría abierto», sentenció al ser encontrado durmiendo semidesnudo. Los agentes hallaron junto a él restos de porros y bebidas alcohólicas. Además, tal y como anticipaba Mayka Navarro, pese a su aislamiento, disponía de una cinta de andar y de una bicicleta estática, aunque ninguna de las dos evitó cuidar su aspecto tras año y medio escondido. El resto de la vivienda se encontraba en condiciones pésimas.

El informe policial también indica las «dificultades» para localizar al sospechoso, ya que su entorno reside en zonas cercanas a la urbanización de la Torre de Claramunt en la que hay «un círculo social íntimo y cerrado dónde todas las personas y vehículos son perfectamente conocidos».

Los agentes señalan a su vez el «gran obstáculo» que ha supuesto «la presencia de diferentes medios de comunicación generando revuelo en las proximidades de los domicilios de las personas controladas». Tras semanas vigilando, se captó que existía un depósito de bolsas de basura que evidencia que el fugitivo no salía al exterior ni a tirar la basura y que constataba que «existe vida en el interior del domicilio» por el consumo eléctrico, «pese a estar completamente cerrado y aparentemente vacío».