Carlos III, en Ascot
Carlos III lanza una loción de aftershave inspirada en sus jardines de Highgrove
El Rey de Inglaterra siempre ha tenido una particular relación con el sentido del olfato
¿A qué huelen los jardines de la finca de Highgrove de Carlos III? El Rey acaba de lanzar una loción para después del afeitado que se comercializa por 135 libras. Una mezcla de ciprés, lavanda y bálsamo de copaiba, que garantiza «evocar instantáneamente el encanto de los jardines» y se presenta en un envase con una pintura de acuarela, inspirada en Downton Abbey.
El Rey Carlos III siempre ha tenido una particular relación con el sentido del olfato. El duque de Sussex escribió en su autobiografía que Carlos siempre está oliendo cosas, tanto comida, como flores e incluso la ropa. Una manía de la que se ha hecho eco en varias ocasiones la prensa británica.
Daily Mail le dedicó un artículo afeándole el «meter las narices» donde no le conviene. «Da igual que sea queso, helado, un melón, la miel que recolectan sus abejas o una barra de pan, el monarca acerca su nariz al alimento en cuestión produciendo el asombro de sus asistentes».
Intereses personales
En la web de la tienda Highgrove se puede leer que los productos que venden «se eligen para reflejar los intereses personales de Su Majestad el Rey… ya sea una manta, una vela aromática o una escultura de edición limitada».
Loción de Highgrove
El Rey también ha lanzado pastillas de jabón a 9,95 libras, perchas acolchadas a 7,95 y bolsas de lavanda a 5,95 libras cada una. Estas últimas prometen «traer los serenos olores del verano a tu hogar, al tiempo que añaden» -lo adivinaste- «un toque de lujo».
Highgrove es la residencia de recreo favorita del Rey Carlos III, en la campiña de Gloucestershire (suroeste de Inglaterra). Desde 1980, cuando llegó por primera vez allí, ha dedicado largas horas a transformar los jardines que rodean la casa, que son reconocidos como algunos de los más inspiradores e innovadores del Reino Unido.
Mandó construir un pabellón para las colmenas de abejas que producen miel, una «Casa de las Gallinas» y un corral para el ganado. Como bien sostienen algunas biografías sobre el hijo de Isabel II, si no hubiera nacido en la Familia Real habría sido granjero.
