Los estilismos veraniegos de la Familia Real marcan tendencia

Como cada año por estas fechas, el verano en Mallorca ha tenido un toque especial con la presencia de la Familia Real española, cuyo itinerario ha estado marcado por los Juegos Olímpicos de París y una serie de eventos que han mantenido a la familia en constante movimiento. Finalmente, anoche el cielo estrellado de la isla balear se convirtió en el telón de fondo de una velada familiar inolvidable.

Tras una temporada atípica de compromisos oficiales y eventos deportivos, la Familia Real encontró un momento para reunirse en Marivent y disfrutar de una cena en el prestigioso restaurante Mia, en el encantador Portitxol. El establecimiento, del renombrado chef Guillermo Cabot, es conocido por su exquisita oferta de arroces y pescados frescos, que han conquistado el paladar de la Familia Real en sus veranos mallorquines.

El ambiente en el restaurante era de alegría y complicidad anoche durante la cena familiar. Los Reyes Felipe y Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, así como la Reina Sofía e Irene de Grecia, estaban acompañados por sus primos Tatiana Radziwill y Jean Henri Fruchaud.

Uno de los momentos más conmovedores de la noche fue el cuidado y el cariño demostrado por la Princesa Leonor al empujar la silla de ruedas de la prima segunda de su abuela Sofía, Tatiana Radziwill, y también destacó la atención de la Infanta Sofía hacia su tía abuela, Irene de Grecia. Estos gestos de afecto y respeto se vieron reflejados en la coordinación de sus atuendos: Leonor y Tatiana en tonos azules, y Sofía e Irene en verdes, mostrando una elegante sincronía familiar. Además, no podemos pasar por alto la sutil armonía en la elección del color de la Reina Letizia, que también optó por un vestido rosa, evocando el tono de su suegra, la Reina Sofía, que lucía en rojo.

La Princesa Leonor, un camisero azul

La Princesa Leonor llevó un vestido camisero de la firma francesa Karl Marc John, un modelo que combina frescura y elegancia con un toque contemporáneo. Este vestido largo en un delicado tono azul presenta un estampado que evoca tranquilidad y sofisticación. Su diseño de cuello de camisa, acentuado por una hilera de botones forrados que desciende con gracia, añade una nota de refinamiento clásico.

Además, el vestido deja a la vista un colgante en forma de flor en color lila, que aporta un detalle delicado y personal al conjunto. La Princesa opta por unas alpargatas de cuña de Mint&Rose, un calzado entre los favoritos de su madre en esta época.

La Infanta Sofía, con un diseño de Zara

Por su parte, la Infanta Sofía ha arrasado con un vestido verde de Zara, una pieza que ha sido reciclada de la colección de su madre, la Reina Letizia. Este vestido, confeccionado en lino, destaca por su escote barco discreto y sus tirantes retorcidos, que aportan una sutil elegancia al diseño. La falda recta a media pierna, con una discreta abertura lateral, ofrece un equilibrio perfecto entre sofisticación y comodidad, mientras que las cuñas de esparto en lino beige aportan un desenfadado al look.

Doña Letizia estaba radiante con su vestido floral con cintura entallada y con una falda de vuelo asimétrica. Para complementar este impresionante vestido, la Reina llevó unas sandalias planas de la firma Pedro García, adornadas con cristales Swarovski. Este calzado, con tiras de satén de seda y detalles brillantes, aporta un brillo sutil que realza el glamour del vestido sin desviar la atención del diseño principal.