La boda que ha reunido a la aristocracia y el mundo de las finanzas en Madrid
Se han casado Santiago López-Vila con Alba Fernández Barreiros en Los Jerónimos de Madrid y lo han celebrado en el Club Puerta de Hierro
Viernes 25 de octubre, cinco de la tarde y ante el altar mayor de la parroquia de San Jerónimo El Real, escenario de las regias bodas de los reyes de España, se encuentra envuelto en un mar de nervios Santiago López-Vilas. El novio es hijo del abogado que puso patas arriba a la nobiliaria española cuando consiguió que las primogénitas heredasen los títulos familiares. Está hecho un mar de nervios porque se casa con una joven ejecutiva de las finanzas, Alba Fernández Barreiros.
Sobre él posan sus ojos, medio Gotha aristócrata, y lo hacen sin ninguna acritud. María de Borbón, de los Calabria, los Infantado, los duques de Cardona, los marqueses de Iturbieta, los Condes del Valle Suchil, la Condesa de Coruña y de la Gomera, la marquesa de Casa Oriol, los Vívola y las ramas europeas del Gotha con la archiduquesa Catalina de Habsburgo y su sobrino Tadeo, la baronesa Von Thun, la condesa Marzotto, los príncipes de Hannover o los condes de Limburstirum. Y con los títulos de la empresa y las finanzas de los Oriol, los Baez, los Spínola, los Barreiros o los Jaume y de la política, con el alcalde Martínez-Almeida y su esposa, como amigos de la familia.
Santiago López Vilas, acompañado por su madre, Ingrid Boekhorst Wagner, espera en el altar junto al sacerdote José Luis Sánchez, el padre encargado de oficiar la ceremonia. Con los acostumbrados minutos de retraso y los primeros cantos del coro, entra la novia, Alba Fernández Barreiros, del brazo de su hermano Marcos, que concentran en su ADN aristocracia, cultura y empresas. Su tío, el extremeño José Spínola, está en proceso de beatificación en el Vaticano. Los famosos camiones Barreiros que crearon sus antepasados o la labor de mecenazgo artístico que lleva a cabo su abuela Mayte, sin duda corren por las venas de Alba. El padre murió repentinamente en un viaje de trabajo, hace 17 años en China, de ahí que su hermano ejerza de padrino de bodas.
Los 400 invitados, que han sido convocados a las cinco de la tarde, respiran la emoción de las ocasiones. Todo es un mundo de detalles; las voces blancas del coro, el olor de los arreglos florales de Aquilea, vinculados a la familia de la novia, el traje con una cola majestuosa creado por Lorenzo Caprile, que ya le hiciera el traje de novia a su madre, Mayte Barreiros, y que se cubre con el manto familiar de exquisito encaje. La diadema de su abuela, Mayte Spínola hace días que estaba fuera de la caja fuerte de su banco y en manos del joyero Miguel Mas San Eduardo, encargado de ponerla reluciente. Todos los cientos de detalles confluyen en la novia. Segura, firme y decidida, después de años de noviazgo, llega al altar. Ahora podemos desvelar que en estos momentos, ya hay un nuevo matrimonio en la alta sociedad española y lo están celebrando en el Club Puerta de Hierro de Madrid, con una cena servida con vistas al atardecer más bonito de Madrid, el monte del Pardo. Y si el sábado gana el Clásico el Real Madrid en el Santiago Bernabéu será un regalazo improvisado para el novio, pues Santiago López-Vilas es un alto cargo en el club merengue.