La Reina Letizia acepta la sugerencia de Annie Leibovitz que ofendió a la Reina Isabel II
El día de la sesión de fotos se les pidió a los empleados de Patrimonio, que trabajan en el Palacio Real, que teletrabajasen
Cuando Isabel II posó para el objetivo de Annie Leibovitz, vestía con todos los atributos de lo que era, la Reina de Inglaterra con toda su majestad. Además del espejo, la mesa, la araña y el reloj atributos de poder, elementos que también figuran en la fotografía que Leibovitz le hace a Felipe VI, la soberana lleva el manto y la corona. Cuando la fotógrafa le pide que se la quite para que sea less dressy (menos elegante) dado que el vestido y la capa son imponentes, Isabel II le contesta; ¿Qué es menos elegante? Dando a entender si la fotógrafa sabe lo que es ser reina. Isabel II se queda atónita y por supuesto, le dijo que no se quitaba nada. Hubo un momento de tensión porque la reina se levantó y se fue, lo tomó como una ofensa, ella era La Reina. Consiguieron tranquilizarla y finalmente se hizo las fotos con corona.
En febrero de este año, Annie Leibovitz (premio Príncipe de Asturias 2013, desde 2014 Princesa de Asturias) repite una foto regia y esta vez los que posan son los Reyes españoles por encargo del Banco de España. Letizia lleva a la sesión fotográfica de cinco horas, una selección de las joyas de la Corona. Su peluquera, presente en la sesión, le recoge el pelo y le ajusta la diadema de la flor de lis, se hacen varias fotos y la fotógrafa le pide que mejor se la quite y se suelte la melena por ser less dressy. Letizia no se hace un Isabel II y posa solo con el collar, los pendientes de chatones y el anillo rockero italiano de 1.175 euros que no se quita del dedo desde enero de 2023. Y de esta forma la norteamericana la inmortaliza en el díptico encargado por el Banco de España para engrosar su galería de retratos.
Dada la importancia de las joyas, le pido a la conservadora de relojes, lámparas, plata y joyas de Patrimonio Nacional, Amelia Aranda, que nos amplíe detalles sobre las joyas que luce doña Letizia en el retrato. En concreto sobre los pendientes y el collar de chatones «el chatón es el metal, en este caso platino, donde se engasta el diamante y en este caso con una talla brillante. Son pequeñas piezas circulares, que se van uniendo una a la otra, creando lo que se conoce como el collar de los chatones, que se pueden soltar y dejar solos. Por ejemplo, los pendientes que lleva la reina en la foto es un broquelillo, un chatón que se creó con un tamaño diferente a los que tiene el collar».
Joyería Ansorena
Y no por contada, deja de tener encanto la historia de estas piezas de joyería, como así nos cuenta Amelia Aranda; «Alfonso XIII le encargó a la joyería Ansorena, en 1906, que hiciera las joyas que le iba a regalar a la princesa Victoria Eugenia de Battenberg con ocasión de su boda. Le encarga la diadema de la flor de lis, el collar y pendientes de diamantes (chatones), un lazo del que cuelga una perla y una coronita pequeñita que simboliza el paso de princesa a reina consorte». Y luego, esas piezas se van enriqueciendo con el paso del tiempo «el rey Alfonso XIII le regalaba a su reina en cada cumpleaños dos chatones y en alguna ocasión también en Navidades. Como la reina tuvo dos hijas, Beatriz y Cristina, lo que hizo fue dividirlo en dos para que cada hija pudiera tener parte del collar de chatones. El que luce doña Letizia en la fotografía, viene por parte de doña María de las Mercedes, la madre del rey Juan Carlos. A mí no me gusta usar el término «joyas de pasar» pero así las llama todo el mundo».
Por cierto, que aunque estemos en el Palacio Real y éste sea la residencia oficial del rey, las joyas de la corona se guardan en la Zarzuela. De vez en cuando se les hace una limpieza en Ansorena o una adaptación. Por ejemplo, «la diadema de la flor de lis la han tenido que adaptar de cómo la usaba la reina Sofía a como la usa Doña Letizia porque la constitución del cráneo de una y otra es diferente» nos relata la conservadora de joyas de Patrimonio. En las manos el único accesorio que luce la reina en la fotografía, es un anillo rockero «El amor que todo lo mueve» de manufactura italiana, comprado online y que quedará inmortalizado junto a los chatones «es un anillo que le gusta a la reina pero yo no sé de joyas más modernas, conozco las joyas más antiguas».
Y por cierto, el día de la sesión de fotos en la sala Gasparini del Palacio Real de Madrid, a los empleados, como Amelia, les ofrecieron que teletrabajasen «ese día nos dijeron que por motivos de tranquilidad nos recomendaron que teletrabajásemos desde casa. Era miércoles y no fuimos a trabajar al Palacio Real porque así nos lo pidieron».