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Alberto de Mónaco le gana el pulso al Mediterráneo con una urbanización de superlujo construida sobre el mar
El glamour monegasco se instala en seis hectáreas marítimas donde el metro cuadrado cuesta más de 100.000 €
Mónaco cedió el 95% de su territorio a Francia en 1861 a cambio de su independencia. Su reputación de seguridad y educación de calidad, así como sus ventajas fiscales, lo hacen increíblemente atractivo para los superricos. Pero las únicas opciones de crecimiento de Mónaco para acomodarlos son hacia arriba, con bloques de apartamentos de gran altura, o hacia el mar. De ahí el nuevo distrito de Mareterra, «el mercado inmobiliario más caro del mundo», según el Financial Times, que se completó antes de lo previsto y se inaugura oficialmente a principios del próximo mes.
El artículo cita que el terreno en sí costó 1.000 millones de euros, a lo que habría que sumar otros 1.000 millones destinados de forma exclusiva a la construcción y que han aportado nueve familias, todas monegascas o residentes del Principado. Y aunque los Briantis y los Pastors pueden sonarse de oídas, los que realmente han destacado en el proyecto han sido los Casiraghi.
El Príncipe Alberto, de hecho, ha organizado conciertos, fuegos artificiales y un despliegue de drones para celebrar la inauguración de un nuevo barrio que cuenta con los inmuebles más caros del mundo. El Príncipe, cuyo reinado se ha visto empañado por rumores de discordia matrimonial y corrupción, está aprovechando la ocasión para darle a Mónaco un cambio de imagen.
Ha sido él incluso quien ha elegido el nombre al combinar las palabras de mar y tierra. Le acompañaron en la inauguración su mujer, la Princesa Charlene, ya recuperada de la infección otorrinolaringológica que la mantuvo fuera del Principado más de un año, y sus hijos, los gemelos Jacques y Gabriella.
No es el primer proyecto de recuperación de tierras del Principado. El Larvotto se creó en los años 60. Fontvieille añadió unas 23 hectáreas en los años 70, luego el paseo de Renzo Piano se sumó al Larvotto en 2021. La huella de Mónaco ahora es de poco menos de 2 kilómetros cuadrados. Mareterra agrega un 3% adicional, por un precio de alrededor de 2.000 millones de euros, con 110 apartamentos, cuatro casas adosadas y 10 villas, dice el Financial Times. La mitad es de dominio público, incluido un paseo marítimo de 500 metros a lo largo del paseo marítimo.
Además, más del 40% del distrito es verde, con casi 1.000 árboles y un matorral provenzal típico a nivel del suelo, además de estanques, caminos y puentes, lo que le da la sensación de un oasis en comparación con el resto de Mónaco, altamente mineral. «Se trata de un proyecto que refleja la promesa inquebrantable de Mónaco de salvaguardar la belleza y la biodiversidad únicas del Mediterráneo, al tiempo que responde a las necesidades de un principado moderno y sostenible», declaró el soberano al Financial Times.
El proyecto cumple con los estándares de sostenibilidad de Haute Qualité Environnementale, tanto en lo que respecta a la construcción del terreno como a su funcionamiento. Hay 9.000 metros cuadrados de paneles solares, bombas de calor que alimentarán la calefacción y la refrigeración y se recogerá el agua de lluvia para regar los espacios verdes. En cuanto a la urbanización, constará de 120 viviendas (cuatro casas adosada, 10 villas y 106 residencias principales), además de un paseo junto al mar, tiendas, restaurantes y una plaza pública con una obra de arte restaurada de Alexander Calder. ¿Su precio? Teniendo en cuenta que el metro cuadrado de Mónaco es el más caro de todo el mundo, se espera que cada uno de ellos supere los 200 millones (100.000 € el metro cuadrado).