Pedro Sánchez cumple 53 años: su obsesión por la imagen y sus retoques estéticos

Si solo contáramos los años bisiestos, estaría celebrando su 14º cumpleaños, lo que le otorga una perspectiva única sobre el paso del tiempo. Nacer en un día tan excepcional ha dado lugar a mitos y supersticiones; algunos creen que quienes nacen este día son «elegidos», mientras que otros piensan que son víctimas de la mala suerte. Por otro lado, hay quienes consideran que esta rara fecha les concede una especie de eterna juventud.

Sin embargo, este aniversario del presidente llega en un contexto complicado. Sánchez se encuentra rodeado por diversas investigaciones de corrupción que afectan tanto a su gobierno como a su partido. Casos como el Koldo, el Begoña Gómez y el hermano de Sánchez han puesto al mandatario en el centro de la polémica. Para contrarrestar esta controversia, Pedro Sánchez también ha logrado posicionarse como uno de los mandatarios más atractivos. En Estados Unidos, incluso lo han apodado «hot president» y lo comparan con la «versión española de Kennedy».

Es un hombre de imponente físico: mide 1,90 metros y pesa 94 kilos, justo lo mismo que su antecesor, Mariano Rajoy. Con una complexión esbelta, se sabe que Sánchez fue un apasionado jugador de baloncesto hasta los 21 años, momento en el que decidió colgar las botas para centrarse en sus estudios. «Soy un hombre muy de baloncesto. Me apasiona por los valores que transmite: compromiso, sacrificio y paciencia», dijo en su momento, aunque parece que algunos de esos principios se le han olvidado últimamente en su vida política.

El presidente Sánchez se cuida y es fan del running, corriendo varias veces a la semana si su agenda lo permite. Sin embargo, para mantener su físico, también sigue una rutina de pesas, trabajando todos los músculos en sesiones de 30-35 minutos. Según Rubén Río, tres sesiones semanales son suficientes para mantener la masa muscular. Además, el año pasado renovó el gimnasio de la Moncloa con máquinas de última generación, con una inversión de 32.000 euros, asegurando así que, además de gobernar, puede mantener su cuerpo en forma.

La dieta en la Moncloa se inclina principalmente hacia lo saludable. José Roca, chef del Palacio, ha comentado que Pedro Sánchez es «de buen comer» y disfruta de la «comida tradicional española». Sin embargo, en ocasiones especiales, como los días temáticos, se rompe la rutina. «Por ejemplo, un día americano», dice Roca, con perritos calientes y patatas fritas. A pesar de estos caprichos, el chef asegura mantener una «dieta balanceada».

Sus retoques estéticos

Pedro Sánchez ha demostrado que, a pesar de su rol político, también se preocupa por su apariencia. Su imagen pública ha sido comentada en varias ocasiones, y es evidente que ha recurrido a tratamientos para mejorar la calidad de su piel. «Es evidente que el presidente se cuida, no solo en lo físico, sino también en la imagen que proyecta», comentó Cristina Solymosi, directora de Ma Belle Clinique. La mejora en la textura de su piel y la reducción de marcas sugiere que ha utilizado tratamientos cosméticos y dermatológicos, algo común en el mundo actual, donde la imagen tiene un papel relevante, incluso en la política.

¿Entonces, qué podría haber hecho para lograr estos resultados? Solymosi explica que opciones como el láser fraccionado o los peelings químicos son comunes para mejorar la textura y reducir cicatrices. Además, la firmeza y tersura de su piel podrían deberse a tratamientos que estimulan la producción de colágeno, como la hidroxiapatita de calcio (Radiesse) o la policaprolactona (Ellansé). También es posible que haya usado bótox, ya que su frente parece más lisa y sin pliegues marcados, lo que sugiere que se ha suavizado las líneas de expresión.

Una idea que comparte la doctora Rocío Mourelle de Clínica Trevi: «Viendo al Pedro de antes y después, claramente se ha hecho un tratamiento antiarrugas para quitarse las patas de gallo, lo que le da un ojo mucho más abierto, pero está muy bien hecho porque es discreto».