El día que Mario Conde sacó de la cárcel a Tibu, el mánager de El Canto del Loco

Carlos Vázquez, más conocido como Tibu, ha sido una figura clave en el mundo de la música española, trabajando como mánager de artistas icónicos como El Canto del Loco, José Mercé o Miguel Ríos, entre otros. Sin embargo, su carrera también ha estado marcada por los altibajos, incluidas controversias legales y personales que finalmente lo llevaron a la cárcel en 2015 por apropiación indebida, un delito relacionado con la gestión de los fondos generados por las giras del grupo antes citado en 2008.

En una reciente entrevista en el programa Mis días en la cárcel, en Mitele, Tibu se ha abierto en canal sobre su vida y ha reflexionado sobre los momentos que lo llevaron de la fama a la prisión, incluyendo su conflicto con Dani Martín y su deuda con Mario Conde.

Tibu comenzó a ganar notoriedad en la industria de la música a través de su trabajo como mánager de bandas populares de la escena musical española. Su relación con El Canto del Loco, en particular con Dani Martín, fue clave en su carrera. En la entrevista, Tibu ha explicado cómo su relación con el cantante comenzó con mucha cercanía y confianza. Tanto, que el artista llegó a referirse a él como «papá».

Sin embargo, las tensiones laborales y personales empezaron a surgir entre ellos. Aunque Tibu no ha querido profundizar en los detalles de la ruptura, sí ha dejado claro que las diferencias terminaron generando una situación conflictiva que culminó en una querella judicial. Especialmente, tras el fallecimiento repentino de la hermana de Dani Martín en 2009.

Sobre su tiempo como mánager de El Canto del Loco, Tibu ha recordado cómo gestionaba las relaciones entre los miembros de la banda y cómo las tensiones internas, especialmente entre Dani Martín y los otros integrantes, fueron aumentando. Aunque no ha revelado todos los detalles sobre la disolución del grupo, sí ha dejado entrever que la presión y las diferencias personales fueron factores determinantes en la decisión de separarse. «La separación ya era algo que él me había confesado antes de tener prevista esa gira. Me explicó sus motivo, que yo asumí, de hecho yo iba a seguir siendo el mánager de Dani en solitario», ha confesado.

Pero más allá de lo anterior, uno de los momentos más difíciles que Tibu ha compartido en la entrevista ha sido su tiempo en prisión, que se convirtió en un giro inesperado en su vida. Según sus palabras, su condena fue el resultado de una serie de errores financieros y «decisiones equivocadas» relacionadas con su gestión empresarial. Tibu ha reconocido que su implicación en negocios turbios y su mala gestión fueron factores cruciales que contribuyeron a su encarcelamiento. Esta parte de su vida, según relata, fue una experiencia de reflexión, donde pudo comprender «las consecuencias de sus acciones y los errores cometidos en su carrera».

Durante la entrevista, Tibu también ha hablado sobre su deuda con Mario Conde, una de las figuras más conocidas del panorama empresarial español. Además, explica que, mientras él se encontraba en prisión, le anunciaron la inminente llegada de este al módulo 10. Tras un registro exhaustivo de las celdas y una gran expectación, Tibu tuvo su primer encuentro con Conde, quien le preguntó, con el rostro serio y una mirada penetrante: «¿Aquí venden gomina?».

Después de ese curioso cruce de palabras, Tibu recuerda cómo Mario Conde, al enterarse de su situación, le ofreció su ayuda para conseguir su libertad. «A los dos meses, me dijo: ‘¿Me dejas que te haga un recurso? Porque esto no tiene nombre’», ha contado Tibu. Tras redactar el recurso en apenas dos minutos, Mario Conde lo firmó y Tibu lo entregó a la jueza sin grandes expectativas.

Sin embargo, esa intervención fue clave, ya que poco después Tibu fue liberado. «Estoy en deuda con él», ha reconocido Tibu, añadiendo que la ayuda de Conde fue fundamental para que pudiera salir de prisión. A pesar de no haber podido saldar todavía esa deuda, Tibu ha expresado su gratitud por el apoyo recibido en un momento tan crucial de su vida.