La tradición que obliga a Almeida a abandonar Madrid en Semana Santa

La Semana Santa en Madrid se vive cada vez con más intensidad, pero para José Luis Martínez-Almeida, alcalde de la capital, este fervor religioso va más allá de las tradiciones locales. Aunque aún le quedan un par de meses para convertirse en padre por primera vez —el bebé de él y su esposa, Teresa Urquijo, está previsto para junio—, el regidor madrileño no se ha dejado llevar por el nerviosismo de la cuenta atrás y sigue cumpliendo con su apretada agenda. De hecho, el 13 de abril, como no podía ser de otra manera, encabezó la procesión del Santísimo Cristo de la Fe y del Perdón 'Los Estudiantes', una de las más emblemáticas de la ciudad, que partió desde la Basílica de San Miguel.

Una de las tradiciones religiosas que más le apasionan es la Cofradía de la Paloma de Málaga, una hermandad que se ha convertido en casi un ritual personal para el Gobernante municipal. Desde hace años, Martínez-Almeida no falta a sus actos, siempre acompañado de su amigo y homólogo, Francisco de la Torre, alcalde de Málaga. Entre ambos, la relación va mucho más allá de lo institucional: la capital de España y la ciudad andaluza están unidas por un fuerte lazo emocional, más allá de los vínculos culturales y económicos.

Lo fascinante de esta hermandad, además de su simbolismo, es que, hasta hace poco, fue la única en el mundo que poseía la advocación del Señor de la Puente del Cedrón, una representación del momento en que Jesús, cautivo y maniatado, cruza el torrente Cedrón camino del Calvario.

La imagen del Señor es acompañada por un romano y el emblemático «Verruguita», un sayón que se ha convertido en todo un emblema de la procesión. Y, por supuesto, la Virgen de la Cofradía cumple con todos los cánones de una dolorosa, transmitiendo la tristeza y solemnidad de la Semana Santa malagueña, haciendo que cada paso en el recorrido sea un momento de recogimiento, reflexión y pura tradición.

La implicación de Almeida con la Cofradía ha sido auténtica. En 2021, por ejemplo, recibió la medalla de la cofradía y, junto con De la Torre, dio los primeros toques de campana al trono de la Virgen, marcando el inicio de una procesión extraordinaria por el 50º aniversario de la hermandad. No todos los alcaldes han compartido el mismo entusiasmo. En 2016, la entonces alcaldesa Manuela Carmena rompió con la tradición y rechazó la invitación para participar en la procesión. Sin embargo, para él, este es un compromiso personal que mantiene con mucho orgullo.

Este 2025, el edil madrileño no solo seguirá con la tradición, sino que lo hará con un toque aún más especial. La procesión de la Cofradía de la Paloma, que siempre tiene lugar el Miércoles Santo a las 8 de la tarde, es un evento que se alarga casi cinco horas. Sin embargo, este año queda la duda de si Teresa Urquijo lo acompañará o si preferirá quedarse en casa descansando, ya que está de siete meses y probablemente querrá evitar las aglomeraciones. El año pasado, antes de darse el «sí, quiero», ambos disfrutaron de la Semana Santa malagueña, participando de manera activa en el desembarco de la Legión y el traslado del Cristo de la Buena Muerte, un acto solemne que presidió la Reina Sofía, acompañada de su hermana Irene de Grecia.

Después de su escapada a Málaga, el resto de la Semana Santa Martínez-Almeida la pasará en Madrid, donde ya está poniendo en marcha los planes familiares para disfrutar del tiempo en casa. Y como si esto no fuera suficiente emoción, los planes vienen con una gran novedad: él y su esposa, Teresa Urquijo, se han mudado a un coqueto piso en el centro de la capital. Tal y como reveló El Debate en exclusiva, el nuevo hogar está a solo 50 metros de donde vive la familia de Teresa, lo que les deja cerquita de la familia, y a tan solo unos pasos de todos los restaurantes y tiendas de moda. Con 220 metros cuadrados, el espacio es perfecto para dar comienzo a esta nueva etapa de la vida.

Pero sin duda, lo que más ocupa la mente del alcalde ahora mismo es la llegada de su bebé, y ya ha dejado claro que, cuando llegue el gran día, tiene la intención de disfrutar de la baja paternal «por convicción». Su agenda laboral quedará en pausa, al menos por un ratito, mientras se dedica por completo a su familia. Porque, seamos sinceros, no es ningún secreto que Almeida siempre ha estado ilusionado con la idea de ser padre. Ahora que lo va a conseguir, no es de extrañar que quiera volcarse al 100 % en esta etapa tan especial. Así que, por un tiempo, la política tendrá que esperar…