Coca-Cola no inventó a Papá Noel: su origen está en el cristianismo
El palestino Issa Anis Kassissieh es un exjugador de baloncesto reconvertido en Papá Noel que vive en Jerusalén desde hace siete años
Es Navidad y eso significa que es hora de que Papá Noel se monte en su trineo tirado por renos voladores y trepe por las chimeneas, quien la tenga, para dejar regalos para los niños que se han portado bien este año. El resto del año prepara los juguetes en su casa del Polo Norte, pero no siempre ha sido así. El santa actual vivió primero en Turquía, después se trasladó a Europa y, más tarde, viajó hasta América y partes de Asia. Pero ¿cómo era ese primer Papá Noel y cómo llegó a ser lo que es hoy?
Origen cristiano de Papá Noel
Su origen está en san Nicolás de Bari, el obispo de la ciudad de Myra, situada en lo que hoy es Turquía, que vivió en época romana entre los siglos III y IV, en plena persecución contra los cristianos. Su fe le llevó a la cárcel y su fama se extendió por la región gracias a los milagros y actos de caridad que realizó. Según cuenta la leyenda, había un hombre muy pobre que no podía pagar los arreglos de bodas de sus tres hijas, por lo que estaba a punto de venderlas como esclavas. Para evitarlo, san Nicolás entregó a las tres mujeres varios sacos con monedas de oro como dote para que pudieran casarse.
Aunque su popularidad durante la Edad Media se debe, en parte, a otro de los relatos que cuenta cómo Nicolás resucitó a tres niños que acababan de ser asesinados por el dueño de una posada. Esta historia es una de las razones por las que san Nicolás es conocido como el patrono de los niños. Su vida poco tiene que ver con la del moderno Santa Claus, pero era un hombre generoso con los que menos tenían y su fama le convirtió en patrón de diversos grupos, entre ellos los marineros.
Con el tiempo sus atributos de bondad se fusionaron con otros personajes de la mitología romana y nórdica, que le dieron el aspecto de anciano de barba blanca
La fama del santo y su muerte el 6 de diciembre del 343 d.C., muy próxima al adviento navideño, propiciaron que san Nicolás inspirase la historia de Papá Noel. El obispo fue enterrado en Myra, su lugar de nacimiento, pero no por mucho tiempo. La adopción del cristianismo como religión oficial del Imperio facilitó que el Emperador bizantino Teodosio II ordenara construir una basílica dedicada a Nicolás, donde se depositó el cuerpo. En el siglo XI sus restos fueron exhumados y consagrados como reliquias en la basílica de Bari. Con el tiempo sus atributos de bondad se fusionaron con otros personajes de la mitología romana y nórdica, que le dieron el aspecto de anciano de barba blanca. En Alemania, san Nicolás empezó siendo el ayudante del Niño Jesús, que era el encargado de repartir los regalos, aunque no tardaron en cambiar los papeles. También se le empezó a asociar con el personaje británico de Father Christmas, que era el protector de los niños durante las fiestas navideñas o con el Ded Moroz en los países ortodoxos, aunque la tradición se convirtió en icono mundial cuando llegó al continente americano.
Su vida poco tiene que ver con la del moderno Santa Claus, pero era un hombre generoso con los que menos tenían
Papá Noel se popularizó en Estados Unidos gracias a la influencia de los inmigrantes alemanes y holandeses, que trajeron sus propias tradiciones navideñas al nuevo mundo. Los colonos holandeses católicos llevaron desde Europa a Sinterklaas, su San Nicolás, que los americanos despojaron de su parte religiosa. La imagen del Santa Claus actual se la debemos al poema anónimo The Children’s Freind y a Clement Clarke Moore, por escribir A Visit From St. Nicholas, un cuento para sus hijos que publicaron de forma anónima en 1823. Ya en el siglo XX Coca-Cola universalizó al Santa capitalista a través de sus anuncios navideños.
A pesar de su trasformación a lo largo de los siglos, sigue siendo un símbolo de bondad, generosidad y espíritu navideño. Cada año millones de personas en todo el mundo se reúnen en familia en torno a unos zapatos, un árbol, o el mismo suelo de la casa para repartir los regalos navideños que ha dejado Papá Noel, recordando así la tradición de san Nicolás y su legado esencial en la Navidad.