Cinco grandes personajes negros españoles que el 'wokismo' no reivindica
Ante la polémica de documentales y series como Cleopatra, donde se tergiversa la realidad histórica «negreando» a los personajes, la gran pregunta es: ¿por qué, existiendo personajes reales de color tan notables, no se hacen películas y series sobre ellos?
En mi reciente artículo sobre Cleopatra criticaba el hecho de que existiendo personajes históricos europeos de origen subsahariano que fueron auténticos pioneros, en muchos sentidos, y que tuvieron una vida destacada y admirable, desde ciertas plataformas audiovisuales se tergiversase la realidad histórica «negreando» personas claramente caucásicas como la macedónica Cleopatra de Egipto o algunas reinas inglesas. Todo lo cual es absolutamente absurdo y anacrónico.
La gran pregunta es: ¿por qué existiendo personajes reales de color tan notables no se hacen películas y series sobre ellos? Pues porque estas plataformas, además de ser ideológicamente abanderadas del movimiento woke responden a capital anglosajón. Y habrá quien repregunte diciendo: ¿Y eso que tiene que ver? Pues tiene todo que ver, por la sencilla razón que dichos personajes fueron exclusivos del imperio español. No quiero decir con ello que en el mundo hispánico no existiese la esclavitud y casos de esclavismo muy denunciables, pero si lo comparamos con otras potencias occidentales, España se encontraba a nivel de derechos humanos con siglos de adelanto.
Hacer series o documentales sobre estos personajes sería tanto como reconocer la gran superioridad de la colonización española frente a la de otras potencias europeas o el comportamiento histórico de los Estados Unidos con las personas de color.
Tanto en calidad de vasallos, como de hombres libres hubo algunos notables españoles de origen africano en la conquista de México. También es obligatorio referirse a un esclavo de la expedición de Pánfilo de Narváez, Francisco de Eguía, quien ha sido tristemente célebre por haber introducido la viruela en aquello territorios mesoamericanos. Francisco, portador de la viruela, fue atendido por una familia totonaca en Cempoala a la que infectó. Pronto, toda Cempoala fue víctima de la viruela que acabaría extendiéndose desde la rivera maya hasta el Pacífico.
Otro personaje interesante, posiblemente también esclavo, fue Juan Cortés, de quien se dice que se ofreció voluntario en un duelo a muerte con uno de los campeones mexicas. Pero dos afros libres especialmente notables fueron Juan Garrido y Beatriz de Palacios.
Juan Garrido
Juan, nació en el Congo, se convirtió al catolicismo y viajo a España, haciéndose súbdito de los reyes católicos. Participó en la conquista de Cuba y luego en la de México, en donde destacó como explorador y como militar. Años después participaría también con Cortés, con quien siempre mantuvo una estrecha relación, en la expedición a California. Garrido fue el primer español en plantar trigo en América. Manteniendo sus propios y extensos trigales.
Beatriz Palacios
Apodada «la parda» por el color de su piel, esta mulata era esposa de Pedro de Escobar, (ya que en España desde 1514 los matrimonios mixtos eran legales, en EEUU no lo fueron, en todos sus estados, hasta 1967). La parda, quien llegó a México en la expedición de Narváez, fue una de las más notables mujeres soldado de Hernán Cortés. Según las crónicas de Torquemada y de Cervantes de Salazar, Beatriz, como furriel, hacía guardias y luchaba junto a su marido, pero al terminar las batallas colaboraba como enfermera. Igualmente destacaba por participar en todas las labores de intendencia, tanto como armera, cocinera, como ayudando con los caballos. Pedro y Beatriz acompañarían a Cortés en todas sus vicisitudes. Sobrevivieron a la noche triste, lucharon en Otumba y estuvieron en la toma de Technotitlán.
Juan Latino
También conocido como Juan de Sessa, nació en Córdoba en 1518. Fue el hijo de una esclava africana del Conde de Cabra. A pesar de nacer esclavo, se aprovecharía de la educación que recibía Gonzalo, el hijo del Conde, posteriormente le acompañaría a las clases de la Universidad, aunque por su condición no le permitían entrar en las aulas por lo que seguía los estudios desde el pasillo. Al ser manumitido en 1538 pudo seguir, ya oficialmente, los estudios en la universidad de Granada y en 1546 obtuvo el título de bachiller en filosofía.
Siendo ya profesor se casaría con una de sus alumnas de noble cuna, Ana de Carleval, algo impensable para una persona de color que hubiese nacido como esclavo en cualquier otro país europeo. Juan llegaría a ser catedrático de la Universidad de granada en gramática y lengua latina. El primer europeo de color en llegar a dicho grado académico. También dejo una interesante obra escrita. Su vida y su obra es una clara muestra que la corona hispana estaba, entonces, mucho más adelantada en el campo de los derechos humanos y civiles que el resto de los países de su entorno.
San Martín de Porres
Pero si hay un mulato afro-español realmente célebre y cuya vida resulta realmente admirable ese sería el conocido popularmente como «fray escoba». Martin, que nació en Lima en 1579, fue el primer hijo de un noble español con pocos medios económicos, Juan de Porras y de su amante Ana Velázquez, una española de color que había nacido en el istmo de Panamá. Su madre le educaría a él y a su hermana en profundos valores cristianos, de tal manera que a los quince años se vincula con la orden de los dominicos, en donde pasaría a realizar trabajos de criado. En 1603 fue admitido como hermano de la orden y en 1606 se convierte en fraile.
Martin destacaría por su humildad y sencillez y por su desapego hacia lo material. Es célebre la anécdota en la que se ofrece para venderse como esclavo, ante un momento de dificultades económicas del convento. También destacaría por su labor, no solo pastoral, sino de protección de los más necesitados. Durante su vida se le atribuyeron numerosos milagros, especialmente curaciones, y sería posesor de algunos de los dones solamente reservados a las personas más místicas y santas, como la bilocación o la levitación. Su muerte convocó a una enorme multitud. Desde el Virrey hasta el más humilde de los limeños. Fue canonizado por Juan XXIII en 1962 como santo patrono de la justicia social.
Sor Teresa Juliana de Santo Domingo
También conocida por su nombre africano de «Chicaba», nació en la parte continental del golfo de guinea alrededor de 1676 y fue raptada y convertida en esclava con solo 10 años. Por su aparente origen noble africano, Chicaba fue regalada al Rey Carlos II, quien a su vez se la cedería al Marques de Mancera, que venía de ser Virrey de Nueva España y protector de Sor Juana Inés de la Cruz. Pese a que el Marques la daría la libertad y le buscaría pretendientes, ella, con 24 años, prefirió entrar en el convento dominico de la penitencia de Salamanca.
Sor Teresa es conocida por ser la primera escritora europea de color, aunque, por desgracia, solo se conserva un poema. Sin embargo, a su muerte, el rector de la universidad, Juan Carlos Miguel de Paniagua escribió sobre su obra revelando un misticismo profundo, las constantes referencias a África e incluso lo paradójico e incluso llamativo de no importarle su pasado como esclava porque gracias al mismo habría llegado a conocer a Cristo. Por su fama de mujer abnegada y santa, a su muerte, su celda fue asaltada por una multitud para hacerse con alguna de la las pocas posesiones de la religiosa y mantenerla como reliquia.
En este apurado retrato de estas sorprendentes y admirables personas me dejo a muchas otras en el tintero, como Juan de Valladolid, Juan de Pareja y tantos otros héroes de origen africano que forman parte de nuestra historia y que merecen que sus vidas no caigan en el olvido.